Ayer en la noche acabó el XIV Congreso Ciencia y Vida.

En mi opinión ha sido uno de los mejores, sino el mejor, de todos los habidos hasta la fecha. La Universidad del Istmo nos acogió con mucho cariño y dedicación y la organización preparada fue, por decirlo con palabras que se ajustan a la verdad, difícilmente superable. El equipo de edecanes, la maestra de ceremonias, la decoración del aula magna, la calidad y cantidad de las viandas para las pausas-café, los afiches, certificados, el programa de asueto, la cena de clausura, las papelas de reserva de actos, las carpetas, en fin, todas esas cosas que a veces no se ven pero que marcan la diferencia entre un ambiente digno y otro excelente, convirtieron el XIV congreso en un encuentro excelente.

Además contamos con invitados de mucho prestigio. Por un lado, las autoridades académicas asistieron al congreso de continuo de principio a fin: el rector, la vicerrectora, la decana de la facultad de educación que asumió el peso de organización y gestión, varios profesores y alumnos. Por otro lado la conferencia de apertura fue impartida por Raquel Zelaya, exministra de finanzas y una de las figuras eminentes del país que propiciaron los acuerdos de paz, mientras que la de clausura fue pronunciada por Ana Ordóñez, actual ministra de educación, que pronunció un discurso en plena sintonía con el ideario de ULIA.

El martes, pudimos, al acabar las sesiones, presenciar un concierto de marimba que fue como un regalo de música guatemalteca de alta calidad. Y el miércoles actuó para nosotros la Orquesta Sinfónica Joven de Guatemala con piezas clásicas. Todo de muchos quilates.

Las sesiones del congreso estuvieron muy concurridas para el aforo del aula magna con unas 60 personas de media.

La reunión del claustro la tuvimos el martes por la tarde. Además de algunos invitados, asistimos, Juan Ruiz de Culiacán, de la md6 y los profesores Pablo García Ruíz y Jorge Sebastián, los tres, al cumplir su segunda asistencia, pasan a ser miembros de número de la Fundación Interamericana Ciencia y Vida. Estábamos por parte del cuerpo docente, Francisco León, Ana Teresa López de Llergo, Martha Dolores López Parada y un servidor. Asistieron también Juan Francisco de la Guardia de Panamá (dpaf1), Flor Sandoval de Guatemala (dbio2), Rocío Delong y Lucía Ibarbengoitia del DF (md7), Irene Moraleda de Caracas (dbio1), Julia Regina Sol de El Salvador (md7), y Susana Sweeny de Rosario (Argentina) (dbio4).

Fruto de las deliberaciones habidas ahí y de los acuerdos previos adoptamos las siguientes decisiones:

1. Ofertar a partir del 1 de Enero de 2009 dos programas nuevos: la Maestría en Bioética y la Maestría en Educación de la Sexualidad y Defensa de la Vida. Los detalles de ambos proyectos aparecerán en la web a lo largo del mes de Agosto.
2. Inscribir en el escudo de ULIA el moto: Servi vitae cum scientia
3. Anunciar la convocatoria del XV congreso en 2009 para Lima, condicionado al buen resultado de las gestiones que está desempeñando Carmen Deza en la capital peruana.

Además debatimos asuntos como la posibilidad de recalar en el 2010 en Caracas, la apertura de los estudios de doctorado una vez tengamos experiencia del desarrollo de la MBIO (que supone tesis a distancia), la implicación de los exalumnos en los programas en curso como tutores (hacen falta voluntarios), y la posibilidad de comenzar en un futuro diplomas de monitor-coordinador en educación en casa (homeschooling) y de guionista de cine y televisión.

Proyectamos el pps que nos preparó Alicia Errázquin y que distribuiremos en unos días a lista sobre la tipología del alumnado de ULIA, que tuvo mucha aceptación.

Debemos dar las gracias a Belén, a Mirna, a Mina, a Patty, a la Universidad del Istmo y a su Facultad de Educación en conjunto, y a tantos que han hecho que nos llevemos tan buen recuerdo de Guatemala y de sus gentes.