Aguirreamalloa, Jose. Una Seducci�n Misteriosa. Palabra, 2024

Amor�s, Andr�s. El arte del toreo. La esfera de los libros, 2024

Amor�s, Andr�s. Filosofia Vulgar. F�rcola, 2023

Arias Maldonado, Manuel. Posverdad y democracia. Página indómita, 2024

Ariely, Dan. Misbelief. Heligo Books, 2023

Arnau, Juan. Materia que respira luz. Galaxia Gutenberg, 2024

Bellver, Vicente. Derechos al final de la vida. Reus, 2023

Brinckmann, Sven. La alegr�a de perderse cosas. Koan, 2024

Bostrom, Nick. Deep Utopia. Ideapress, 2024

Brague, R�mi. Sobre el Islam. Encuentro, 2024

Burgos, Juan Manuel. La fuente originaria. Comares, 2023

Cavanaugh, William T. The Uses of Idolatry. Oxford, 2024

de la Cruz, Sor Juana In�s. Contra la ignorancia de las mujeres. Taurus, 2023

Davies, Dan. The Unaccountability Machine. Profile, 2024

Delivers Liniers, Alicia. El suicidio de Occidente. Encuentro, 2024

Di�guez, Antonio. La ciencia en cuesti�n. Herder, 2024

Errigel, Adriano. Blasfemar en el Templo. Mon�culo, 2023

Freire, Jorge. La banilidad del bien. P�ginas de Espuma, 2023

Furedi, Frank. The War Against the Past. Polity, 2024

Haidt, Jonathan. La generaci�n ansiosa. Deusto, 2024

Han, Byung-Chul. La tonalidad del pensamiento. Paidos, 2024

Hernandez, Paloma. El fin de la izquierda. Sekotia, 2023

Hester Helen y Nick Smicek. After Work: a History of the Home and the Fight for Free Time. Verso, 2023

Gal�n, Agust�n. La modernidad ignorante. KDP, 2023

Garc�s, Marina. El tiempo de la promesa. Anagrama, 2023

Gom� Lanz�n, Josep. Universal Concreto. Taurus, 2023

Gonzalez, Ana Marta. Trabajo, Sentido y Desarrollo. Dykinson, 2023

Graeber, David y David Wengrow. El amanecer de todo. Ariel, 2023
Greeley, Andrew. El Hombre no Secular. Cristiandad, 1974

Lipscomb, Bejamin J. B. El Cuarteto de Oxford. Shakleton, 2023

Marina, Jose Antonio. Historia Universal de la soluciones. Ariel, 2024

McIntyre, Lee. C�mo hablarle a un negacionista de la ciencia. C�tedra, 2023

Mounk, Yascha. The Indentity Trap. Peguin Press, 2023
Mounk, Yascha. La trampa identitaria. Paidos, 2024
Mu�oz Machado, Santiago. Fundamentos del lenguaje claro. Planeta, 2024
Ollero, Andr�s. Entre el Derecho y la Vida P�blica. Aranzadi, 2024
Orella, Jose Luis. El Exilio Anticomunista Centroeuropeo en la Espa�a de Franco. Dykinson, 2024

Ortiz Gala, Irene. El mito de la ciudadania. Herder, 2024

Palmireno, Lorenzo. Luz Siniestra; La vocaci�n de Marco Aantoni. KDP, 2024

Pardo, Jos� Esteve. El camino a la desigualdad. Marcial Pons, 2024

P�rez Ad�n, Jos�. Sobrepoder, Anarqu�a y Comunidad. KDP, 2024

P�rez Ad�n, Jos�. Repensar la familia. Eunsa, 2024

P�rez Ad�n, Jos�. Equipo de pel�culas. KDP, 2024

P�rez Lopez, Pablo. Del mayo 68 a la cultura woke. Palabra, 2024

Pierre, Rosanvallon. The New Social Question. Princeton, 2024

Pigem, Jordi. Conciencia o colapso. Fragmento, 2024

Pla, Josep. Calendario sin Fechas. Destino, 2023

Pugh Allison. The Last Human Job. Princeton, 2024

Rivera, Juan Antonio. Moral y Civilizaci�n. Una historia. Arpa, 2024

Rosa, Hartmut. Democracy Needs Religion. Polity, 2024

Rosato, John j. Mearsheimer y Sebastian. How States Think. Yale U.P., 2024

Sapolsky, Robert. Decidido. Capit�n Swing, 2024

Salafranca, Alejandro. Cinco aportaciones de Espa�a al Humanismo. Ladera Norte, 2024

Seabright, Paul. The Divide Economy. Princeton, 2024

Sennet, Richard. The Performer. Penguin, 2024

Tena, Rodrigo. Huida de la responsabilidad. Deusto, 2024

Shaw, Joseph.The Latin Mass and the Intellectuals. Arouca Press, 2023

Sowell, Thomas. Social Justice Fallacies. Basic Books, 2023

Wiesenthal, Mauricio. La reinas del mar. Acantilado,2024

 


Andr�s Amor�s
Filosofia Vulgar,
F�rcola, 2023

A veces uno se permite el lujo de dejarse llevar por sus gustos y lee no solamente para aprender, que de todo se puede, sino para gozar. Y este es el caso hoy con estas dos revisiones. 
El sabio Amor�s nos cuenta aqu�, tem�ticamente ordenado, el origen y uso de los principales refranes castellanos sac�ndoles punta y glosa de actualidad con humor y enjundia. Al mismo tiempo, el texto es un repaso a la lengua que nos vertebra y a las aportaciones que han contribuido a su conformaci�n, con particular referencia a los cl�sicos. No estamos ante un estudio erudito y cient�fico sino, m�s bien al contrario, ante un ensayo de actualidad que aspira a dar carta de legitimidad a las aportaciones del refranero para el lector generalista.
Se lee r�pido y con mucho agrado y provecho. Amor�s, escribe muy bien y sabe un mont�n. En tiempos de perplejidad, distop�a, inseguridad, inmadurez, y poquedad, recordamos la vigencia y la hondura psicol�gica de la sabidur�a popular.
Adem�s, encontramos un referente para descubrirnos humanos, esto es, capaces de aprender de nuestros errores y de confiar en las fuerzas de la cultura para sobrellevar y superar el peso de la incultura. Que no es otra cosa el mal que nos aqueja.

 

Josep Pla
Calendario sin Fechas
Destino, 2023

He dejado por escrito alguna vez que mis gustos literarios afirman el relato sobre cualquier otra composici�n, a excepci�n de la l�rica en momentos de obcecaci�n. Mis referencias y preferencias encumbran a unos autores sobre otros figurando, aparte del eximio Cervantes, en primer lugar, dos alicantinos, Mir� y Azor�n, despu�s un vizca�no, Unamuno, y tras �l un gerundense, Pla. Ni qu� decir tiene que, en cuanto vi esta novedad, acud� a ella, sediento. 
No defrauda el de Palafrugell en esta selecci�n de colaboraciones de entre las m�s de mil quinientas que escribi� para el semanario Destino. Pla es un genio del adjetivo. Los escoge y coloca muy bien haciendo de la lectura de sus textos un placer amable y sano. A la par, saca a relucir su bonhom�a y experiencia dejando entrever la val�a de una vida pegada al terru�o y al descubrimiento de lo concreto, sencillo y propio.
Quien lo lea sentir� un regusto admirativo por un estilo inmemorial que puede bien referirse a apreciaciones que ha pasado por alto imperceptiblemente. Pla puede ayudar a ver la vida de otra manera, sin prisa ni fanfarria, de modo m�s aut�ntico. De gustibus non est disputandum, pero hay aqu� piezas magistrales, como �sa que relata un cl�sico futbol�stico de su tiempo, o sus disquisiciones sobre gastronom�a o los viajes en avi�n. 

 

Javier Gom� Lanz�n
Universal Concreto
Taurus, 2023

La filosof�a actual es como la gastronom�a de hodierno: los chefs son m�s importantes que los platos. Gom� es uno de los mejores chefs que conozco, de la actualidad y de entre muchos que en la gran cocina han sido sin restricciones de procedencia. Es dif�cil encontrar pensador m�s elegante, encandilante y exquisito que �l. Original, sugerente, e inmejorable en la elaboraci�n y presentaci�n de sus creaciones. No rechazar�a una invitaci�n a ninguna de sus degustaciones, porque la experiencia me dice que siempre queda uno satisfecho. Sale uno reconfortado, interpelado, incluso admirado por tan buen relato y propuesta.
Ahora bien, si al salir del restaurante se me preguntase qu� he comido, no sabr�a muy bien qu� responder. O, al caso, como ahora, responder�a que el plato no estaba mal, que para mi gusto faltaba esto y lo otro, o sobraba aquello y lo de m�s all�; que no sabr�a decir muy bien qu� hab�a tomado ni su valor nutritivo, pero que estaba excelentemente, incluso inmejorablemente, presentado; que hab�a pasado un rato muy agradable, y que, sobre todo, era una obra de Gom�. Un creador pensante, de los mejores del mundo hoy en d�a.
Universal Concreto es el texto en la que nuestro autor fundamenta su Filosof�a de la Ejemplaridad, un nuevo paradigma filos�fico, que viene aqu� dotado de la metodolog�a, ontolog�a, practicidad, e, incluso, po�tica, adecuadas para uso y disfrute de las mentes, en una etapa del recorrido de la humanidad por el tiempo caracterizada por mucha poquedad, inseguridad, masificaci�n, y desvar�o. Todo muy bien, pero.
Este revisor tiene sus peros, que relata a continuaci�n, no sin antes continuar las alabanzas ya apuntadas, diciendo que Gom�, como gastr�nomo, est� aqu� por encima de la gastronom�a misma: muestra muy a las claras la decadencia de la filosof�a y lo aparentemente poco que puede hacer ya, no obstante lo conseguido en el pasado, para salvar gustos, renovar sabores, y preservar el sentido. La filosof�a, efectivamente, no es lo que era y parece que no da m�s de s�, como sorpresiva y taxativamente lamenta y llora el autor en el �ltimo e intrigante p�rrafo de su obra.
El libro va de m�s a menos, con un repunte final hacia arriba, de despedida. Al inicio uno duda de si lo que va a seguir habr� que ubicarlo en la psicolog�a m�s que en discurso y literatura propios de la filosof�a, pero, queda claro unas p�ginas m�s atr�s, d�nde se sit�a el bilba�no al constatar que los autores m�s citados de fuentes variadas son, por este orden, Arist�teles, Plat�n, Kant y Rousseau. Alguno, m�s elogiosamente (Plat�n), y otro menos (Kant).
El universal concreto es la persona. Pero, y ah� est� el primer pero, �s�lo la persona? �Qu� hay de las sociedades?, de la familia, por ejemplo. �Son un universal abstracto como pueda serlo el lenguaje o, incluso, como se afirma m�s adelante, la misma persona en su fase inicial de inmadurez est�tica (ni propositiva ni ejemplar) antes de llegar a su madurez �tica? El mundo o la realidad de Gom� est� reducido a personas y conceptos, lo que, en mi opini�n, es uno de los pecados del reduccionismo filos�fico vigente que ignora la sociedad como sujeto.
Quiz� por eso llamo al personalismo, con todos sus logros, una filosof�a peque�ita. Gom� es aqu� personalista, como lo descubriremos tambi�n, m�s adelante, presentista o moderno. Que la sociedad no sea f�cil verla desde fuera, no quiere decir que no exista de modo concreto, aunque ello sea, por otro lado, evidente: todos nacemos en sociedades y familias que ya existen sin nuestro permiso. De ah� que, en mi opini�n, la filiaci�n sea la radicalidad humana inici�tica y que sea precisamente eso, el nacimiento, el misterio interpelante por excelencia para pensar lo humano. Para Gom� lo es la muerte. Misterios paralelos, si acaso, pero ninguno debe de ocultar al otro.
El reduccionismo antisocial al uso en gran parte de la filosof�a contempor�nea impide a algunos superar el nudo roussoniano. �ste atrapa tambi�n a nuestro autor, al aceptar sin remilgos la falacia del contrato social. La sociedad no nace de ning�n contrato o pacto, m�s bien, al contrario, somos nosotros, cada uno, quienes nacemos por o de ella. Al ginebrino, hay que superarlo.
El cap�tulo sobre ontolog�a me parece antol�gico. Nada que objetar y mucho que aprender. El pero, aqu�, est� en que, para Gom�, la ontolog�a es instrumental. Por ella llegamos a la practicidad de la ejemplaridad y es en esta pragm�tica donde encontramos los mayores obst�culos para una aceptaci�n in toto de su propuesta interpretativa. Y es que Gom�, a diferencia de Girard, cuyo fantasma vaga por las sombras de su obra sin aparecer nunca, es, adem�s de personalista y roussoniano, definitivamente moderno. Ciertamente reconoce el car�cter terminal de la �poca y cultura vigentes, pero parece so�ar con una postergaci�n infinita de su finitud, entre otras causas y razones, por la innovaci�n e insumos que le podr�a brindar el abrazo de la ejemplaridad. Es aqu� donde el soci�logo se muestra m�s cr�tico con el fil�sofo.
No son de recibo en una obra de esta categor�a, la defensa del IDH (�ndice de desarrollo humano) sobre otros indicadores de mejoramiento o desmejoramiento colectivo (pp. 202-203), y no est�n justificadas las evidencias aducidas: que la inmensa mayor�a prefiera nacer, vivir y morir en esta �poca, antes que en cualquier otra de la historia, y que (aqu� el fantasma pululante es Fukuyama) la democracia liberal sea, como consecuencia, el mejor de los mundos habidos. Basta saber que, grosso modo y con cifras disponibles, en Espa�a nacen, desde inicio de siglo, cerca de 300.000 seres humanos al a�o y que, aparte, son abortados otros casi 100.000, para repensar muy bien el deseo de nacer en este pa�s en este tiempo. Si uno tiene casi 1/4 de las papeletas para integrar el grupo de los que no superan la vida intrauterina, uno debe de buscar alternativas para la elecci�n. Saber c�mo se elaboran, y con qu� presupuestos, las estad�sticas de esperanza de vida al uso, da mucho que reflexionar al respecto.
De igual modo, se puede uno preguntar qu� razones aduce el autor para (p.206) distinguir entre malestares y miedos de nuestro tiempo, y marginar el an�lisis de los miedos (bio�ticos, at�micos, ecol�gicos y tecnol�gicos) en la prospectiva que nos lleva a decir que efectivamente somos los mejores de la historia.
Gom� es presentista y, como fil�sofo, huye de consideraciones estructurales (eso que estudian los soci�logos), para no dejar de sobrevalorar el presente y defender la modernidad a toda costa. Le gusta ser moderno y, parece, que se gusta si�ndolo. Tanto, como para acabar su obra incorporando su propia afici�n dramat�rgica al cat�logo de las terapias que necesitamos para mantener y mejorar nuestro supuesto estado de salud ben�fica.
Universal concreto hay que leerlo y gozarlo con ojo cr�tico, como cualquier obra, y m�s, si est� llamada a dar un salto cualitativo en la manera de elaborar y proponer ideas y pensamientos. El libro es bello, bonito, profundo y claro (el error de confundir a Constantino con Teodosio, p.170, espero se corrija en la siguiente edici�n). Da que pensar y mucho, y no es poco.


Helen Hester y Nick Smicek
 After Work: a History of the Home and the Fight for Free Time
Verso, 2023

No hay un t�rmino que haya cambiado m�s de significado a lo largo de los �ltimos a�os que el trabajo. La pregunta �estudias o trabajas?, ya denotaba la incongruencia. La confusi�n tiene que ver con la p�rdida de cultura, lo que Gom� llama vulgaridad, y la dificultad de distinguir con sentido diversos modos de ocupar el tiempo, como pensionista, retirado, asalariado, voluntario, profesional, o aficionado; en el juego, deporte, vocaci�n, empleo, ocio, servicio o contemplaci�n; y con esfuerzo, cansancio, o goce, entre otros. 

Los autores de After Work andan totalmente confundidos en esto, pero a prop�sito. Son marxistas de nuevo cu�o transmutados en zombies intelectuales al pretender hacer decir a Marx que el trabajo es otra cosa distinta de lo que dijo que era.

Es una lacra com�n a toda la literatura del postrabajo, labor�foba en esencia, que entiende el trabajo como esclavitud, pagada o no, de la que hay que librarse cuanto antes, y ello es posible ahora, gracias a la enso�aci�n tecnol�gica. La novedad en el radicalismo de izquierdas sobre el postrabajo es que esta idea no la aplica solo a la producci�n, como hacen los labor�fobos de derechas, sino tambi�n a la reproducci�n, es decir, a la familia.

La propuesta es otra ambivalencia terminol�gica: hablar de comunalismo en vez de comunismo. S�, las comunas (tipo Kibutz antisemita), pueden ir sustituyendo poco a poco la esclavitud dom�stica que implica dedicar tiempo a la reproducci�n social, para apostar por tiempo genuina y gen�ricamente libre.

Rese�o el libro porque hace pensar sobre algo necesario: la relaci�n hogar-familia, dando datos de inter�s sobre lo que ha representado (y no) la innovaci�n tecnol�gica en el hogar. Muestra tambi�n, por defecto, lo acertado que estuvo Etzioni al demostrar la racionalidad del altruismo y, por tanto, la posibilidad de realizarse en un trabajo servicial voluntario, algo incomprensible e irracional tanto para marxistas como para neoliberales de verdad.

 

Jorge Freire
La banalidad del bien
P�ginas de Espuma, 2023

Freire es nuestro estoico de cabecera. Vaya por delante que su anterior entrega, Hazte quien eres, me gust� m�s. El tema aqu� es ridiculizar la banalidad del buenismo, y con ello de los valores, y defender las virtudes y su encarnaci�n y concreci�n en acciones positivas.

La oportunidad del texto est� m�s que justificada. Padecemos mucha palabrer�a y poco compromiso. La mascarada de la pantomima nos convierte en monos de imitaci�n que, como vomitorios de g�rgola, echan fuera lo que pasa por los sentidos sin que quede nada dentro. Abundan las personalidades vac�as a conciencia, temerosas de contagiarse de alg�n mal de rectitud que les pueda hacer odiosos ante la turba apantallada. La educaci�n formal actual no tiene ni norte ni meta fuera del contentamiento zafio del bicho satisfecho, sin aspiraciones ni ideales que impliquen esfuerzo sin remuneraci�n.

El l�xico es rico, el enfoque y la propuesta, atractiva, sin embargo, liga poco un cap�tulo con otro corriendo el riesgo de parecer repetitivo. Freire provoca (a la axiolog�a y sus voceros) pero no relata como uno desear�a. El libro, no obstante, es m�s que necesario y viene cargado de raz�n, hurga de manera cabal para sanar heridas abiertas. El autor, con esta obra, ya ha dejado de ser un prometedor fil�sofo joven. Ahora esperamos una aportaci�n de m�s peso y poso, para leer con lentitud, sabore�ndola entrel�neas y alejada, si puede ser, de todo af�n instructivo. A los estoicos les suele pasar eso: tienen a�oranza de la predicaci�n itinerante.

 

Thomas Sowell
Social Justice Fallacies
Basic Books, 2023

Dice el estereotipado di�logo, m�s o menos as�: si las estad�sticas no mienten�/mienten/pues entonces, nada. Es una manera de se�alar el aporte de esta joyita, que versa sobre la falta de criterio estad�stico, tanto de las �lites como de la opini�n p�blica en general. Las estad�sticas siempre mienten, o puesto en bonito: nunca son neutras. 

Sowell sorprende a sus 90 a�os con otro breve, incisivo, claro y tumbativo ensayo, que deber�an leer, tanto sus detractores (Sowell es un viejo militante libertario del que conoc�amos en castellano su Econom�a B�sica, Deusto 2012), como sus admiradores (los mismos que votan a Milei, si bien Sowell es un acad�mico puro). 

Para el gusto de este revisor, el profesor de la Hoover Institution de Stanford, malinterpreta aqu� a Godwin (hice mi tesis sobre �l, publicada curiosamente en la misma editorial en la que se edita este libro), no comprende bien qu� es la sociedad, y se deja temas en el tintero, como el sexismo. Pero ello viene compensado por una demoledora cr�tica del igualitarismo de sal�n, de las �lites acad�micas (de las que �l forma parte), de la discriminaci�n positiva para ayudar a las minor�as (de las que �l forma tambi�n parte), y de las pol�ticas antidiscriminaci�n y las da�inas soluciones implantadas contra el racismo. 

Todo esto viene contundentemente apoyado en datos ocultos en las estad�sticas al uso. Resulta muy interesante el aporte sobre la desigualdad rec�proca, que apoya su tesis de que las desigualdades no son resultado de la discriminaci�n. Saca los colores a capitostes como Krugman, Deaton y Stiglitz, y si uno supera el hecho de que el texto se basa en datos gringos y est� escrito para gringos, puede disfrutar de una agradable bocanada de elucidaci�n alternativa.

 

Dan Ariely
Misbelief
Heligo Books, 2023

Trata Arieley de responder, desde la psicolog�a, al subt�tulo del libro: �qu� hace a gente racional creer cosas irracionales?, y se centra en estudiar la epidemia de conspiran�icos y cr�dulos sin fuste que pululan por las tarimas medi�ticas, reales o virtuales. �C�mo puede haber gente con estudios que todav�a crea que el tabaco o las pantallas ni causan adicci�n ni da�an la salud?, �c�mo, que no hay crisis ecol�gica ni cambio clim�tico?, �c�mo es que hay tanto defensor del pensamiento cerril? 

El autor explica el auge de la aversi�n como obst�culo a la apertura mental, que propaga, lo que llama, el remolino conspirativo de creencias falsas. Se trata de una actitud que puede llegar a ser enfermiza y da�ina, tanto para uno como para su comunidad. Toda cr�tica debe acompa�arse de una sana autocr�tica que vacune (nunca mejor dicho en la era post-Covid, que trata a fondo) contra la contumaz ignorancia de la inmovilidad recalcitrante. 

Los conspiran�icos se retroalimentan continuamente a trav�s de internet, poniendo en el mismo pedestal ciencia y superstici�n, sustentada �sta en la autoridad de la mera difusi�n. Una difusi�n trufada de noticias falsas en la que prima la libertad de elegir sobre la justeza de acertar. Los da�os de la falsa creencia pueden ser graves, como vemos en las v�ctimas de la cancelaci�n (que el mismo Ariely ha sufrido). 

En esto, poco hemos avanzado, pues en ausencia de m�rito contrastado, el conocimiento y la ignorancia crecen a la par. �La receta? Precauci�n, experiencia, y reconocimiento del problema. Malatesta le dijo al c�modo: �si no vives como piensas acabar�s pensando como vives�. Ariely le dice al grupo: �la crisis de confianza actual solo puede superarse filtrando los credos falsos con apertura de miras�.

 

Marina Garc�s
El tiempo de la promesa
Anagrama,
2023

A Garc�s le falta un hervor. Uno de los mejores exponentes de la filosof�a literaria actual, todav�a hace honor al t�tulo de uno de sus libros: Filosof�a inacabada. Este breve y l�cido ensayo de 100 pp., casi en formato folleto, da para mucho, y bastante m�s dar�a si la autora no se complaciese en hurgar, como traviesa adolescente, en ojo ajeno, en este caso en el de la mayor�a de los habitantes del planeta, adjudicando a Dios el calificativo de falt�n a su palabra (los otros dos grandes faltones son el estado y el capitalismo). Ahora bien, si uno es capaz de pasar por alto la travesura, encuentra en el texto muchos motivos para confirmar que estamos ante una pensadora de fuste en ciernes. 
La capacidad de hacer promesas es el elemento b�sico de nuestra libertad. Sin embargo, afirma la barcelonesa, constatamos hoy que la promesa ha perdido su car�cter definitorio, se ha hecho fr�gil y escasa. Nuestra sociedad le tiene miedo al futuro, consecuentemente hay pocas promesas y escaso compromiso. Hay, s�, predicciones, planificaciones y prevenciones, pero la palabra ha perdido su valor, amenazada por la incerteza. Hemos pasado de la �poca de la promesa a la del accidente, casi sin darnos cuenta. Un accidente que no interrumpe, sino que prorroga el miedo al porvenir en la triple amenaza de la crisis, el colapso y la cat�strofe. 
Garc�s, no obstante, conf�a en la palabra, que hemos de dirigirnos, primero, a nosotros mismos, para extraer esperanza con prop�sitos de autenticidad. Muy sugerente y bellamente escrito.

 

Yascha Mounk
The Identity Trap
Penguin Press, 2023

No creo que tarde en traducirse la �ltima obra de Mounk, pues vale mucho la pena. Es de lo mejor que he le�do sobre la man�a identitaria. 
El autor, un pensador de izquierdas al modo cl�sico y firmemente comprometido con la defensa de la libertad, se pregunta qu� ha ocurrido para que la izquierda haya sucumbido al particularismo identitario abandonando su defensa de la democracia y de los valores universales que la proponen, seg�n �l, como �ptimo estado de convivencia. Su investigaci�n le lleva al postmodernismo foucoultiano para alumbrar las razones del viraje, que glosa con sabia elucidaci�n, an�lisis profundo, y belleza narrativa.
Toca y explica con solvencia todas las teclas de moda: el esencialismo estrat�gico, la acci�n afirmativa, la apropiaci�n cultural, la diferencia entre equidad e igualdad, la cancelaci�n, el ocaso de las grandes narrativas, la interseccionalidad, la segregaci�n positiva, las refriegas ic�nicas, y otras, que convierten el identitarismo (de raza, sexo, g�nero, opci�n, etc.) en una trampa social y pol�tica.
Su apuesta por la libertad es incontestable y, a veces, incluso radical. Con un discurso muy atractivo y antipopulista, al joven profesor de la Johns Hopkins, le auguro un gran futuro.

 

Joseph Shaw (ed.)
The Latin Mass and the Intellectuals
Arouca Press, 2023

No creo que este libro se traduzca al castellano. En principio dudaba que me pudiese interesar en absoluto, pero el gusto y admiraci�n que tengo por los conversos ingleses de la primera mitad del siglo XX, me hizo echarle un vistazo. Y la verdad es que lo he disfrutado por tres razones principales. 
En primer lugar, porque he aprendido cosas que desconoc�a y que han retado mi imaginaci�n al cuestionarme el diferente impacto que los cambios lit�rgicos produjeron en la intelectualidad de diversos pa�ses. �Por qu� all� s� y aqu� no?, �cu�les fueron las razones de peso que provocaron el indulto ingl�s que Manning arranc� de Montini? 
En segundo lugar, porque me he reencontrado con amigos que he aprendido a comprender mejor. As�, Dawson, Belloc, Maritain, Muggeridge, Gill, o Girard. Y otros, indirectamente, como Chesterton o Tolkien. 
Y, en tercer lugar, porque mi curiosidad no ha podido resistir buscar las razones por las que Borges y Zambrano se apresuraron con tanto celo a firmar las sucesivas peticiones para que la vieja liturgia y la cultura que encapsulaba fuesen sabiamente preservadas para goce de las generaciones venideras. 
Aunque se trata de una colecci�n de ensayos con una pluralidad de autores, est� bien escrito con mira did�ctica. Interesar� a angl�filos nost�lgicos y a quienes defienden la libertad de uso para la liturgia cl�sica en la Iglesia.

 

Lee McIntyre
C�mo hablarle a un negacionista de la ciencia
C�tedra, 2023

Como bien dice Juan Arnau, la ciencia no es lo que era, y como nos record� Miguel Beltr�n, a las pretensiones de neutralidad objetiva de la actividad cient�fica hay que restarle varios enteros. McIntyre est� de acuerdo con ellos, pero tambi�n, con ellos, en que ning�n negacionismo est� justificado racionalmente. Y es que hemos pasado de la admiraci�n cient�fica a la sospecha, en la medida en que nos creemos, o no, lo que conviene a nuestras identidades y h�bitos adquiridos. 
Repasa aqu� el profesor de Harvard algunos de los negacionismos m�s al uso y las experiencias de contacto con sus altavoces, para conformar un discurso que ilumina y rasca. Puede ser divertida la entrada, cuando glosa el caso de los terraplanistas (en auge, aunque parezca mentira), pero puede no ser tan agradable el discurso, perfectamente documentado, cuando se dirige al adicto consumidor de tabaco que se piensa inocente, o al sectario que se cree ecu�nime al anteponer su ideolog�a a los datos para negar el cambio clim�tico de causa antr�pica, el efecto saludable de las vacunas, o la misma evoluci�n. 
Son muy interesantes los datos aportados sobre el sesgo pol�tico del negacionismo, que permite diferenciar entre negacionistas fachas y rojos, y sus principales banderines de enganche: el antiecologismo facha y el antitransgenismo rojo, si bien obvia el m�s importante de estos �ltimos: la negaci�n del derecho a la vida naciente. 
Al negacionista, dice, hay que ponerle ante el espejo para que vea: sus evidencias selectivas, su miedo conspiran�ico, su apoyo en falsos expertos, sus errores l�gicos, y su falta de comprensi�n cient�fica. Y cuenta que, cuando ello se hace con perseverancia, se logra, a la larga, que la raz�n se abra paso entre ideolog�as e identidades de uno y otro signo.

 

 


 

Bejamin J. B. Lipscomb
El Cuarteto de Oxford
Shakleton, 2023

Estamos ante una joya de muchos kilates. Una biograf�a intelectual compartida de cuatro mentes se�eras del pensamiento contempor�neo a cuenta del entorno de excelencia y exigencia oxoniense: Foot, Anscombe, Murdoch y Midgley. 
Lipscomb ha sabido meterse en la mente de cada una de ellas y en sus relaciones de amistad para conformar un texto, mitad novela, mitad ensayo, que engancha yendo de menos a m�s y haciendo que sus 400 pp. sepan a poco. Puede decirse que el protagonista del texto es la maravillosa mezcla simbi�tica destilada entre el genio femenino y la cultura acad�mica de la segunda mitad del siglo XX, ya lamentablemente periclitada. Por eso, el libro se lee con aromas nost�lgicos si uno se queda solamente con lo que, en definitiva, es un relato hist�rico. 
Pero es que hay mucho m�s aqu�. Me refiero a la propuesta de la vida intelectual, v�lida y m�s necesaria que nunca, para toda persona de cualquier edad y sexo, en este fin de �poca que vivimos. Foot era la m�s desconocida para m�, siendo como fue, seguro anclaje para las otras tres. Anscombe, un genio coherente, madre de 6 hijos, un baluarte contra el mundo. Murdoch, siempre incomprendida, famosa y �nica, leal y fiel solo a la verdad. Y Midgley, mi favorita, paciente, constante, viendo con claridad lo que poca gente atisbaba a intuir. 
C�mo es que hay ahora personas, con m�s medios que nunca, a las que la propuesta de la vida intelectual no les atrae nada? Lean este libro, por favor.

 

Ana Marta Gonzalez
Trabajo, Sentido y Desarrollo
Dykinson, 2023

No hay mayor indefinici�n que un globalismo omnicomprensivo. Aqu� abajo al menos, lo que es todo es nada. Y, desgraciadamente, eso es lo que aprecio que le pasa un poco a la filosof�a actual. El futuro de la disciplina puede quedar en entredicho al constatar la p�rdida de rumbo que proyecta, entre algunos acad�micos del �rea, cierta ambici�n desaforada. Me refiero a una, latente o manifiesta, doble pretensi�n: la de hacer pasar todo saber por su venia, y la de hablar de todo con su etiqueta, poniendo detr�s de filosof�a de, lo que a uno le venga en gana. Esta tesitura lastra, con pesada carga, el texto que comentamos hoy, desde su inicio a la conclusi�n. Y es una pena. 
Es una pena porque la autora sabe, es sabia, y porque dice cosas sensatas, tiene sentido com�n. Sin embargo, muchos de los asertos y desarrollos que aparecen en el texto, no s� si por impedimentos editoriales o de otro tipo, quedan deslavazados, desactualizados, y desprovistos de autoridad competente. No oculta la profesora de Navarra, por otro lado aqu� clara, sus pretensiones: en primer lugar, defender la presencia de la filosof�a y su validez acad�mica como b�culo que debe acompa�ar cualquier instrucci�n, y, en segundo lugar, confirmar una supuesta primac�a de la disciplina sobre el resto de �reas de conocimiento, mayormente aqu�, por el tema que trata, sobre la econom�a, la sociolog�a y la psicolog�a. Primum philosophari. 
Dicho esto, que es como para ponerse en guardia, hay que a�adir que a Ana Marta Gonz�lez no le asusta el trabajo, tema del libro. Ni como ocupaci�n, pues se ha puesto en ello a fondo en esta investigaci�n yendo a fuentes consagradas para dotar de fuste sus argumentos, ni como prop�sito, ya que no parece haberse arredrado ante un tema lejano para una trayectoria basada en la especulaci�n reflexiva. No s� si ser� esta la causa por la que le ha salido, a mi entender, un libro antiguo. Viejo por sus fuentes (los autores m�s citados son Marx, Arist�teles, Weber, Simmel, Smith, Hegel y Kant) y viejo por su estructura, de concepto, historia y aplicaciones. 
A la profesora de Navarra tampoco le asustan los retos vitales. Es valiente y casi temeraria, navegando en un mar de incertezas, lo que hace, a mi juicio, que en medio del fragor del an�lisis pierda intuiciones b�sicas. La cr�tica de Anscombe a Ayer de entender fenom�nicamente la realidad, se le puede aplicar aqu�, pues al apreciar los colores, ruidos, olores y formas de la realidad social, a Gonz�lez parece que se le escapa la sociedad misma, que no aparece como sujeto en todo el texto. Mal, por cierto, bastante extendido en su disciplina. 
Sobre la comprensi�n del trabajo, es ambivalente. A veces parece asirse a lo intr�nseco y subjetivo, eso que plenifica a cada ser humano, y otras veces opta escol�sticamente por intentar concretar una abstracci�n, como buscando una definici�n que dote de claridad una tiniebla. Uno piensa que el tema es m�s sencillo, siempre y cuando lo alejemos de toda pretensi�n de perennidad (otro defecto disciplinar): el trabajo no es s�lo lo que el agente cree que hace, sino lo que se aprecia que hace cuando ocupa determinado rol socialmente establecido en la cultura en la que opera. Es, por tanto, creo yo, un bien expresivo, interno o externo, que rinde productos, tangibles o intangibles, originados por una acci�n humana. La primera parte del libro, dedicada al asunto, hace historia, repasa autores, trata de deslindar confusiones, pero se pierde entre datos y reflexiones que no acaban de insertarse en la realidad que hoy tenemos delante. 
El cap�tulo 5, est� muy bien y recomiendo al estudioso su lectura. Otros que siguen, en mi opini�n, no tanto. Se nota que ha querido abarcar demasiado y los contenidos no caben en las m�s de 350 pp. de prieto texto. As�, los cap�tulos de espiritualidad y del desarrollo est�n tra�dos por los pelos y merecer�an un an�lisis y reflexi�n aparte y distante, siempre y cuando quien escribe no quiera ser adjetivado de intrusista. Y ello vale, incluso, para alguien tan abarcante como nuestra autora. 
Ana Marta Gonz�lez es particularmente injusta y dura con la econom�a, a la que embiste con frecuencia tratando de echarla de un campo que le es propio. Pienso que es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que lo que dice, por muy sensato y justo que parezca a sus colegas fil�sofos y a cierto p�blico clientelista, jam�s ser� aceptado por la academia, que, gracias a Dios, desterr� ya hace tiempo de los claustros ese tufillo feudal de la concepci�n y compartimentaci�n jer�rquica del saber. Quiz� no pudo decir que no, al encargo o encomienda que representaba esta investigaci�n. No s� si este libro es el fin de la historia del grupo de investigaci�n sobre trabajo, cuidado y desarrollo del que es directora, o si, por el contrario, es un punto y seguido. Si as� fuere, le aconsejar�a, con perd�n por el atrevimiento, un poco de humildad disciplinar. Que cada qui�n hable y escriba de lo que ya sabe, para no acabar convirtiendo esa gran disciplina que es la filosof�a en un popurr� tem�tico.

 

 

David Graeber y David Wengrow
El amanecer de todo
Ariel, 2023

 

No me gustan los libros ladrillo. Pesan demasiado y son poco manejables. �ste, de 840 pp., ha sido una excepci�n. 
Siempre he apreciado a Graeber, y espero que Wengrow siga ahora su estela porque, de verdad, queda mucho por hacer. Desde Rousseau a Harari, pasando por Diamond, Fukuyama y Pinker, se han dicho muchas tonter�as sobre qu� es y cu�ndo se conforma eso que llamamos civilizaci�n. La visi�n lineal de la historia como progreso, la man�a etiquetadora de quienes se ven como culmen de un proceso (ilustraci�n, modernidad, etc.), o el atrevimiento de elegir las causas del mejoramiento humano seg�n la conveniencia de intereses varios, quedan desveladas y denunciadas aqu�, con claridad y contundencia. Realmente la historia dice m�s de quien la escribe que de sobre quien se escribe. 
Todo historiador debe de asumir el criterio de falsabilidad renunciado a elegir, y menos a pontificar, causas, dependiendo de fuentes incompletas e ignorando todo eso �que todav�a no se ha encontrado�. Las historias de la historia antigua, nos han dado multitud de ejemplos de pifias y errores, cuando no de invenciones y falsedades que perduran (bastantes, mostradas aqu�), que deben de afilar el descreimiento sobre mucho de lo que asumimos que conform� nuestro pasado. Aparte de que eso de �nuestro�, hay que ponerlo en contexto. �Qui�nes son �ellos� o �vosotros� en el pasado? 
Me han parecido particularmente interesantes los cap�tulos sobre la libertad, la desigualdad, la democracia, y el estado. Muy ilustrativos. 
Bien escrito y con tono amable, con nivel acad�mico pero asequible al gran p�blico, este �ladrillo� pesa, pero no se hace pesado

 

 

Sor Juana In�s de la Cruz
Contra la ignorancia de las mujeres
Taurus, 2023

 

Consta este texto de Sor Juana (1648-1695) de la famosa carta a Sor Filotea de la Cruz (realmente el obispo de Puebla), y de la carta al su confesor (ex-confesor al momento) intitulada Autodefensa espiritual. En ambas sale a relucir el valor humano y literario de una de las grandes plumas del Siglo de Oro de las letras espa�olas. Sus 90 pp. son una delicia art�stica, una pertinente reflexi�n hist�rica, y un contundente mensaje con ense�anzas de calado, tanto para el feminismo reivindicativo, como para la consejer�a espiritual. Uno de esos libros que se leen de un tir�n y que a uno nunca le gustar�a acabar. 
De sus variadas ense�anzas, me permito resaltar tres apreciaciones. La primera es la justeza de la exigencia ilustrada. En una �poca que minusvalora el estudio y considera la sabidur�a un azar desigual e injusto, el ejemplo de una mujer en b�squeda de conocimiento sin aspiraciones dinerarias se hace pertinentemente ejemplar. La segunda es la importancia de la defensa de la libertad interior, propia y ajena, y de la libertad de las conciencias, en la vida espiritual. Y la tercera, es la denuncia del mal de la envidia, m�s da�ino que la soberbia, en la medida en que la envidia a�ade a �sta, cuando el vicio anida en asientos de poder, la ignominia de la crueldad. 
Las circunstancias de la vida de Sor Juana, relatadas en este libro, no son muy distintas de las que podemos encontrar hoy en d�a, dentro y fuera de la Iglesia. Su determinaci�n y predicamento pueden hacer sonrojar a tantas y tantos que se dejan llevar por la holganza, la vida f�cil, y el af�n mundano de obtener el m�ximo provecho con el m�nimo esfuerzo. 

 

 

Agust�n Gal�n Mach�o
La modernidad ignorante
KDP, 2023

 

 

�C�mo hemos pasado, en tan pocos a�os, de la sociedad del conocimiento a la de la ignorancia? Una pregunta, que Gal�n contesta aqu� con tino. A mi juicio, m�s acertadamente que Peter Burke (Ignorancia, Alianza, 2023) y que Renata Salecl (Pasi�n por la ignorancia, Paidos, 2023). El estudio de la ignorancia, agnotolog�a, est� de moda. Los presupuestos de Gal�n son que el homo ignorans es directa consecuencia del atiborramiento informativo y del desempoderamiento que la complejidad de un mundo sist�mico ha provocado en sus habitantes. La sociedad es hoy exponencialmente mucho m�s inteligente que cada uno de nosotros. 
�D�nde est� esa inteligencia? En ning�n reservado visible, ni siquiera en la nube. Est� en las instituciones, tradiciones, modos, inercias, corporaciones, herramientas, y relaciones, que configuran nuestra segunda naturaleza, pues la primera, esa que era b�sicamente biolog�a y geolog�a, ha dado paso a esta otra, que es social. Estamos, pues, en un mundo inteligente habitado por ignorantes que no tienen m�s remedio que confiar. 
�Y eso es malo? No del todo. Pues si s� lo que no s�, ya s� mucho. Malo es cuando no s� lo que s�, y esa ignorancia es fruto de un barrido selectivo de memoria o mero autoenga�o. As�, en el lado menos malo, hay una ignorancia reflexiva y sana que puede perpetuar una modernidad diferente y m�s humana, por la que apuesta nuestro autor. 
Gal�n se basa en Lamo y Ortega, y m�s lejanamente en Giddens y Beck, para conformar un texto erudito, pel�n popperiano: la historia no tiene ni causas ni efectos si descontamos el azar y la imprevisibilidad que emana de la libertad humana. Gustar� a estudiosos de ciencias sociales, fil�sofos orteguianos, y progresistas desencantados. 

 

 

Adriano Errigel
Blasfemar en el Templo
Mon�culo, 2023

 

 

Hay verdades que solo se pueden decir con seud�nimo, y en este libro hay muchas. Erriguel blasfema en el templo de la correcci�n pol�tica denunciando las falacias de una ideolog�a convertida en credo religioso. Ataca su liturgia, sus dogmas, su jerarqu�a, su memoria colectiva, y sus propuestas de vida santa. Y lo hace con un lenguaje moderno, una erudici�n brillante y puesta al d�a, y planteamientos originales y sugerentes que te interpelan hasta las entra�as. No hay duda, que sabe de lo que habla y que lo presenta con una franqueza y contundencia que se echa de menos en la literatura ensay�stica actual. 
Son m�s de 550 pp. de debate irreverente en un combativo tono acad�mico dotado de n�tida claridad, al que seguir� otro u otros vol�menes. Es literatura hiriente y, al mismo tiempo, atrapante, que no se puede obviar. Quien no est� de acuerdo, y es dif�cil estar de acuerdo en todo lo que dice pues el autor confiesa su �nimo provocativo, tendr� que responder. Es lo bueno de este libro. Si motiva respuestas del mismo nivel intelectual y de la misma calidad narrativa, estamos de enhorabuena. 
Tres temas resaltan aqu�. El an�lisis y cr�tica del liberalismo como teor�a pol�tica, que Erriguel sit�a en la izquierda; la justificaci�n de una derecha, que llama mutante, en el contexto de superaci�n del encorsetamiento pol�tico del siglo XX, todav�a vigente; y la introducci�n del debate sobre las razas humanas como piedra de toque de lo que opina que es el sectarismo ideol�gico y pol�tico de la academia actual. 
Son debates t�cticos de pura guerra cultural. Si la postverdad disfraza y noquea verdades, la postmentira, lo suyo, viene al rescate para derribar al noqueador a la lona. Muy l�cido y sugerente, independientemente de donde uno se posicione. 


 

Rodrigo Tena
Huida de la responsabilidad
Deusto, 2024

No hab�a le�do a Tena hasta ahora, pero no podr� dejar de hacerlo en el futuro. Su texto es un maravilloso compendio de erudici�n, sabidur�a y pertinencia, que le hace a uno reconciliarse con la literatura jur�dica, en este caso en absoluto �rida ni t�cnica. Tena tiene una formaci�n humanista de muchos quilates y capacitaci�n en un amplio elenco de saberes. El resultado es un logro intelectual de peso. Y esto lo dice alguien que no est� del todo de acuerdo con su postura. 
El texto hace un an�lisis profundo de la culpa, buscando al responsable a trav�s de la historia, las culturas y las religiones. El problema, la pregunta, es, qu� hemos hecho para que deleguemos nuestros compromisos en un sistema que de facto fomenta comportamientos irresponsables. Hay una cr�tica muy bien argumentada a lo que conforma el vigente sistema de protecci�n y producci�n, que llamamos estado liberal moderno y capitalismo, que el autor entiende como desviados de sus esperanzadores y prometedores logros. 
Aconseja como terapia, m�s virtud y ejemplaridad ciudadana, comenzando por una educaci�n para la responsabilidad personal. No est� mal, pero eso ya lo hab�amos o�do. �D�nde, a fin de cuentas, anclamos eso que llama, detectar, escuchar y decir la verdad, una vez hemos desechado, como hace �l, un retorno a la religiosidad? 


 

Juan Antonio Rivera
Moral y civilizaci�n. Una historia
Arpa, 2024

A los fil�sofos, sigue el dicho, no se les puede dejar solos. A lo que alguien podr�a replicar: �peor es dejarles mal acompa�ados�. Esto es lo que le pasa a Rivera. Para explicar la g�nesis de la moral, nada menos, y para hacerlo desde el punto de vista del animal grupal que somos, decide acompa�arse, no de las ciencias sociales, sino de la biolog�a y de la psicolog�a. Y de paso, como si nada, pretende dejarnos un libro que quiere ser original diciendo cosas que nadie ha dicho antes y, al tiempo, de mucho valor. 
He de reconocer que el libro est� bien escrito y que se lee r�pido a pesar de sus 430 pp. Y tambi�n que es divertido y muy atrevido, pues los enfoques y la nueva terminolog�a (moral fr�a, c�lida, discreta y continua; el juego de los inconscientes evolutivos y colectivos; ide�goras, racionalismo h�brido, etc.) le dan un toque misterioso y refulgente. No hay �ndice de nombres, pero el revisor apuntar�a que los m�s citados ser�an, por este orden, Darwin, Freud, Kant y Haidt. Rivera, por otro lado, es muy suyo, y procura etiquetarse para no llevar a enga�os confesando y repitiendo su fe en la trinidad: liberal, materialista, y evolucionista. 
Fuera de la filosof�a, depende mucho de sus querencias lectoras, tomando de aqu� y de all�, seg�n le parece m�s acertado. As�, los constructos y relatos que hace para defender el individualismo y la modernidad occidental. El resultado es un texto muy personal, donde se defiende una moral consecuencialista, y se apuesta por el ius-evolucionismo, escrito por un fil�sofo que se equivoc� de serlo. 

 

 

Jose Aguirreamalloa
Una Seducci�n Misteriosa
Palabra, 2024

Esperaba su nuevo libro, pues el anterior, ya rese�ado, me pareci� excelente. No estoy de acuerdo con el autor aqu�, aun as�, el libro me ha gustado. Se trata de un breve ensayo teol�gico, de calado, que puede sorprender a m�s de uno. 
En corto, Aguirre, se lanza con una hip�tesis arriesgada: la vocaci�n universal a la santidad es una realizaci�n de la dimensi�n esponsal de cada uno con Cristo en el seno de la Iglesia. La desarrolla muy filos�ficamente y saca sus conclusiones sobre el celibato de los laicos. En mi opini�n, si he entendido bien su planteamiento, yerra en la hip�tesis y en el desarrollo. 
Las razones aducidas sobre la postergaci�n del m�s extendido apoyo a que la llamada a la santidad deviene de la filiaci�n divina ganada para todos en Cristo, no me parecen convincentes. Tampoco el devaneo filos�fico subsiguiente, pues entiendo que, tanto la comprensi�n del celibato, como del matrimonio, son dif�cilmente susceptibles de introspecci�n especulativa abstrayendo la particularidad de cada caso devenida de quienes lo dan, m�xime si no se acude al an�lisis experiencial hist�rico de la elecci�n o llamada, af�n al que emplea el m�todo sociol�gico.  
De todos modos, el libro es �til. Breve, profundo, claro, y con l�gica interna. Hace pensar, y mucho, sobre un tema capital para el creyente. 


 

Irene Ortiz Gala
El mito de la ciudadania
Herder, 2024

La tesis de Ort�z parece m�s que plausible, siguiendo la estela de Agamben y Esposito: los conceptos de ciudadan�a y de persona, han sido socarrados por la historia, y conviene sustituirlos para hacer m�s incluyente, e incluso universal, la teor�a y la praxis de la pol�tica. 
La l�gica del texto decanta aquiescencia ante una pensadora que promete. No obstante, a Ort�z se le nota una disculpable biso�ez. Su entendimiento de la comunidad es, en l�nea con la abstracci�n especulativa, plano, bidimensional, espacial y reductivamente pol�tico. Y eso es restarle mucho a una rica dimensi�n de lo humano. No cita ni a Nisbet ni a Etzioni, ni sale de su disciplina, en un intento de prognosis que pretende abarcar una comprensi�n totalista de la sociedad humana. Le sobra suficiencia. 
Al final la cuesti�n es �vivimos en com�n o simplemente habitamos? Si lo segundo, valen estas disquisiciones. Si lo primero, hay que abrirse a las ciencias sociales. Son temas de indudable inter�s en los que conviene versarse, y para los puede ayudar una lectura inquisitiva de este libro. A un servidor le ha gustado la impl�cita alusi�n, creo que no intencionada, al ciudadano embri�n. 


 

Sven Brinckmann
La alegria de perderse  cosas
Koan, 2024

A medio camino entre un sencillo texto de autoayuda, por no hablar de la desafortunada terminolog�a del coaching ontol�gico, y de manual pr�ctico de filosof�a estoica para formadores de adolescentes, el texto del dan�s, en l�nea con el patrio Freire, cubre muy bien las expectativas. Es breve, claro, est� bien escrito y fundamentado, hasta cierto punto, pel�n sofisticado y elegante en sus referencias filos�ficas, y certero y �til en sus diagnosis y terapias. 
Visto como utilidad, el objetivo a batir es el cochambroso lema de la vieja canci�n de Queen: lo quiero todo y lo quiero ahora. Pero visto como prognosis del tiempo presente, Brinckmann nos propone una terapia de choque que tiene su calado. Nada menos que el decrecimiento personal. S�, basta ya de hablar y aspirar al enriquecimiento, la expansi�n y el llegar a m�s. Es hora de centrarse y gozarse en la renuncia, como una retaliaci�n de contraataque ante el perverso ogro siempre al acecho de nuestra atenci�n. Las armas son: templanza, moderaci�n, simplicidad, suficiencia y autodominio. Pasar de est�mulos y distracciones ajenos para centrarse en lo importante despreciando aspiraciones vanas. Perdernos cosas para encontrarnos a nosotros mismos. 
No est� nada mal. Que cada qui�n haga su lista de lo que va a prescindir y de lo que rechaza de inicio, y a vivir (y dejar vivir) con gozo y contento. 


 

J�se Antonio Marina
Historia Universal de las soluciones
Ariel, 2024

Hay muchos Marinas y el del ampuloso t�tulo que comentamos no es de los mejores. A este revisor le resultan salidas de contexto, incluso tomadas con sentido del humor, las no pocas alusiones que hay en el libro a su Academia de formaci�n de l�deres pol�ticos y a su empe�o por configurar unas supuestas Ciencia de la evoluci�n de las culturas y Ley del progreso �tico de la humanidad. No obstante, purgado de estas y otras marinadas, como su peculiar entendimiento del comunitarismo y los consejos que da para la soluci�n de problemas pol�ticos concretos de la actualidad espa�ola, el libro tiene mensajes aprovechables. 
Quiz� el m�s interesante sea la soterrada, y a mi juicio certera, cr�tica que hace a la filosof�a pol�tica como filosof�a pr�ctica (el nombre filosof�a admite adjetivos inimaginables). Dejemos, dice Marina, la teor�a pol�tica en el arc�n de la Historia y, si queremos ayudar a la gente, centr�monos en la gesti�n de problemas. Hoy, casi todo est� inventado. No hay problema pol�tico preciso y actual que no haya sido afrontado en alg�n otro lugar y tiempo y del no se puedan sacar jugosas recetas. Si sabemos mirar, en el breviario experiencial de la acci�n humana hay soluciones para casi todo. Basta estudiar sin prejuicios para saber. 
Lo de, menos ideolog�a y m�s gesti�n, puede escocer a m�s de uno, pero es que el tiempo pol�tico actual, riesgoso de por s�, no est� para experimentos ni para entregar el poder a visionarios e iluministas. Quiz�, en esto, nuestro veterano pensador est� en lo cierto.  


 

Juan Arnau
Materia que respira luz
Galaxia Gutenbers, 2023

Uno ha de confesar que Arnau le cae bien. Comparto con el autor mayor afinidad con el pensamiento franciscano que con el dominico, preferencia por Berkeley frente a Locke y por Leibniz frente a Kant, cierta prevenci�n con Descartes, y gusto por Bergson, Blondel, y Marcel. A diferencia de Arnau, sin embargo, uno se declara lego total en cosmolog�a y antropolog�a astrof�sica, si bien, tras leer este libro, creo que puede atisbarse la posibilidad de que, al igual que con un ensayo de filosof�a cu�ntica, uno pueda llegar a toparse con una historia o sociolog�a cu�nticas.  
La lecci�n que subyace en este texto, al hilo del planteamiento de fondo que contrasta y contrapone los presupuestos ideol�gicos entre Einstein y Bohr, es que el tiempo de las leyes prefijadas ha pasado a la historia (de la f�sica, al menos). Todav�a no lo hemos asimilado del todo, pero la f�sica cu�ntica nos impele a reformular lo que entend�amos que era la naturaleza, y a proponer una nueva cosmolog�a. 
El libro, por otra parte, atractivo, documentado y muy bien escrito, es un alegato a favor de comprender e incorporar la interdependencia como punto de partida de cualquier epistemolog�a. En este contexto, no hay experiencias fallidas: de todo se aprende y todo est� condicionado y relacionado. Al final, no sabremos qu� es antes, si la libertad o la necesidad.  
En el supuesto de que no le pesen mucho los que ya tenga, el texto gustar� al lector pensante, reflexivo, y abierto a incorporar nuevos interrogantes, que es una manera, a mi juicio, de incrementar el saber.  


 

Paloma Hernandez
El fin de la izquierda
Sekotia, 2023

No llega al nivel de Erriguel, pero merece la pena conocer el planteamiento cr�tico de la autora sobre la postura de uno de los bandos contendientes, en esta llamada guerra cultural que centra el debate sobre fin de la modernidad. Puede resultar, por otra parte, enriquecedor, encontrarse, y asombrarse, por el alineamiento de un paradigma conceptual que le llama a s� mismo materialismo filos�fico, frente y contra los herederos de lo conocido como materialismo hist�rico. Es el pensamiento de un fil�sofo original, Gustavo Bueno, de quien Hern�ndez se considera disc�pula.  
De hecho, las casi 400 pp. del libro, son un resumen del pensamiento de Bueno, y de lo que hace y publica la fundaci�n de su nombre. La eutaxia, el buen vivir, como propuesta operativa frente al idealismo gn�stico que alimenta las propuestas de la filosof�a pol�tica de la izquierda actual, puede plantearse y proponerse, aunque parezca extra�o, renunciando a cualquier espiritualismo y a cualquier metaf�sica. Nosotros no tenemos cuerpo, somos cuerpo. Carecemos de designio o destino, si bien nuestras identidades son palpables y experienciales. Es necesario hacer un esfuerzo desbrozador para pulir de falsas memorias y destinos la comprensi�n y el respeto que nos debemos. As�, es necesario reconocer el enga�o de la globalizaci�n y la denuncia de los imperialismos ideol�gicos y agendas mundialistas que nos seducen. Un ejercicio de sentido com�n al que se incorpora la defensa de la vida, e incluso de la religi�n, desde, como dec�a Bueno, su peculiar ate�smo cat�lico.  
Demasiado centrado, para el gusto de este revisor, en la reciente pol�tica espa�ola, agradar� a quienes, inmersos en las guerras culturales del momento, buscan argumentos para vertebrar opciones pol�ticas.  


 

Jose Perez Ad�n
Sobrepoder, Anarqu�a y Comunidad
KDP, 2024

Texto de la contraportada: 
"Sobrepoder, anarqu�a y comunidad", proporciona un an�lisis detallado del fen�meno del sobrepoder, examinando sus efectos en la sociedad y c�mo influye y controla la econom�a. Esta es una obra sobresaliente del conocido soci�logo Jos� P�rez Ad�n, que analiza el fen�meno del poder corporativo y su car�cter omnipresente, multipolar y uniformador, creando un estado de dependencia y sumisi�n que intimida, controla y margina. 
Este ensayo, novedoso y bien fundamentado, va m�s all� del an�lisis de la sociedad y entra en �reas de estudio como el anarquismo, la religi�n y la econom�a, donde se observa c�mo la din�mica del sobrepoder modula estos �mbitos. P�rez Ad�n sugiere que es fundamental repensar el papel del Estado en este contexto cosmopolita y globalizado, y examinar c�mo la sociedad civil puede asumir responsabilidades y competir con poderes impositivos. 
El libro es una reflexi�n penetrante sobre el tr�nsito de la comunidad espacial a comunidades relacionales; estas �ltimas, diversas y superpuestas, donde las creencias compartidas y la moral tienen una relevancia particular. El libre ejercicio de cr�tica cultural y pol�tica debe ir de la mano, con propuestas posibles y realistas, ya que, aunque el sobrepoder parezca invencible, el autor sostiene que la apuesta por el autodominio puede hacerse viable en una cosmovisi�n global. 
El an�lisis de las teor�as alternativas a la econom�a tradicional es especialmente relevante en nuestro tiempo. Con su originalidad y enfocando en los aspectos m�s relevantes, pero a menudo olvidados, del pensamiento alternativo en teor�a pol�tica y social, "Sobrepoder, anarqu�a y comunidad" se presenta como una lectura indispensable para aquellos interesados en la sociolog�a pol�tica, la religi�n, la econom�a, y la interacci�n entre poder, moralidad y sociedad. 
 

 

 

Lorenzo Palmireno
Luz Siniestra; La vocaci�n de Marco Antonio
KDP, 2024
(Todas las regal�as de este libro, por decisi�n de autor, van en donaci�n para la Universidad Libre Internacional de las Am�ricas, UL�A)

En "Luz Siniestra. La vocaci�n de Marco Antonio", Lorenzo Palmireno combina elementos de un thriller emocionante, la acci�n cl�sica del Oeste americano, y el encanto oscuro de la mejor novela negra, para ofrecer un emocionante relato, protagonizado por un joven cristiano: Marco Antonio Barber�. Esta apasionante novela en espa�ol te transportar� desde los relucientes festivales de cine en Valencia hasta la bulliciosa Sydney, pasando por Ciudad de M�xico, Chicago y Cambridge, dando un verdadero tour mundial repleto de aventuras y sorpresas.  
La trama gira en torno a la huida y posterior regreso de nuestro heroico protagonista, Barber�, para enfrentarse a su t�o Witelio, el aut�crata propietario del imperio medi�tico global de Lux Productions. Pero no es solo una historia de acci�n y enfrentamiento, sino una narrativa que explora la complejidad de la lucha entre el bien y el mal en una sociedad obsesionada con los medios.  
A lo largo de la trama de esta novela de ficci�n, Marco Antonio Barber� se enfrentar� a desaf�os que pondr�n a prueba no s�lo su coraje, sino tambi�n su coherencia, su fidelidad, y la firmeza de sus amistades. Su viaje es un retrato de c�mo estos actos de integridad personal y lealtad pueden inclinar la balanza de la victoria en la eterna batalla entre el bien y el mal.  
Impregnado con notas de humanidad y una profunda empat�a, esta novela nos ofrece un vistazo a un indeterminado y pr�ximo futuro, siguiendo un ritmo acelerado que te mantendr� en vilo hasta la �ltima p�gina, donde se nos da una raz�n para albergar esperanza. 
Para los amantes de la aventura y los libros de viajes llenos de desaf�os, ficci�n y solidez literaria, "Luz siniestra" ofrece todo esto y m�s. Es una aut�ntica prueba de la fuerza de resistencia y el resplandor humano, que no querr�s perderte. 


 

William T. Cavanaugh
The Uses of Idolatry
Oxford, 2024

A veces me han preguntado c�mo ser�a un te�logo formado en las ciencias sociales en vez de en la especulaci�n filos�fica, tal y como he reclamado argumentativamente. Bien, pues la respuesta es �sta: como William Cavanaugh, por ejemplo. Su �ltimo libro, una obra mayor, es un logro que, espero, abra las mentes de quienes dirigen destinos acad�micos, para apuntalar donde hace falta. 
Son casi 500 pp. de prieto texto que se siguen a velocidad creciente dada la originalidad y desarrollo l�gico de sus propuestas y an�lisis. La tesis del profesor de la DePaul University es que la llamada secularizaci�n, en la medida en que pueda entenderse como una acentuaci�n del proceso de desencantamiento del mundo tra�do por la modernidad, se ha pasado de rosca y no sirve para interpretar la realidad vigente. M�s bien, al contrario, no se ha dado un desencantamiento sino un malencantamieto, una sustituci�n de creencias, basadas en comportamientos, que apuntan a una proliferaci�n de id�latras. 
Cavanaugh parte de un an�lisis profundo y cr�tico de la obra de Weber, Taylor, y Marion, para apuntalar su hip�tesis, que, despu�s, siguiendo siempre las fuentes escritur�sticas y patr�sticas de la denuncia id�latra, aplica a dos creencias falsas: el nacionalismo y el consumismo, los �dolos reverenciados y paradigm�ticos del fin de la modernidad. Ambos son, en definitiva, una autoidolizaci�n o divinazaci�n; del yo el consumismo, y del nosotros el nacionalismo. 
Muy bien argumentado, oportuno, profundo y sabio. Un texto iluminador al que hay que hacer obligada referencia. 


 

Richard Sennet
The Performer
Pernguin, 2024

A Sennett le he le�do con agrado en el pasado, y alguno de sus libros justamente figuran como pauta anal�tica de nuestro tiempo. Sus �ltimas obras, sin embargo, me han aburrido much�simo, y �sta, que es, seg�n dice, la primera de una trilog�a que espera culminar como su final aportaci�n a la ciencia social, me ha quitado las ganas de leer las otras dos. 
En The Performer, aunque habla del actor como tipo ideal y de c�mo en el escenario contempor�neo todos somos actores y espectadores al tiempo, el protagonista es, en definitiva, �l mismo. Su memoria, sus experiencias, lecturas y gustos, tratando de hacer did�ctica con todo eso. Como si su vida, diese para tanto. Tanto es, ni m�s ni menos, que sentar c�tedra sobre la expresividad humana, as� en general. 
No me cabe duda de que el libro, breve y liviano por cierto, ser� acogido positivamente, por las referencias que apunta, en el mundo anglosaj�n y en Francia. Pero uno no puede menos que lamentar la pertinaz cerraz�n de la intelectualidad gringa para todo lo que no se ha escrito en o traducido al ingl�s. Que una obra sobre tema tan ambicioso no mencione ni a Sor Juana ni a Calder�n, aparte de, fuera de la m�sica (el autor fue chelista), otras aportaciones continentales a las artes esc�nicas, no es delito menor. 
Por otro lado, la incomprensi�n del autor con el catolicismo, entre otras cosas al referirse, a�n con cierta elegancia, a la Misa como la puesta en escena de una sesi�n de magia, no en el sentido de misteriosa sino de truco, pone su pretendida elucidaci�n en entredicho. 


 

Byung-Chul Han
La tonalidad del pensamiento
Paidos, 2024

El primero de tres vol�menes con conferencias del pensador germano-coreano en una muy curiosa edici�n, que en este caso plasma con texto, imagen y sonido (si se accede al c�digo QR) tres presentaciones dadas en Portugal el a�o pasado. Encontramos aqu� al Han m�s �ntimo y tambi�n al m�s cat�lico. Facetas ambas que pueden sorprender a algunos. 
Confiesa el autor su creciente dependencia religiosa y su modo vital de proceder, abriendo un poco su experiencia cotidiana (muy particular, por cierto) al inter�s curioso de sus m�ltiples seguidores. Han es aqu� el maestro cr�tico de nuestro tiempo que al tiempo que se explica a s� mismo, disecciona la sociedad vigente, mostrando sus verg�enzas, lacras y lastres. Nuestra cultura es, efectivamente, una r�mora sin alma abocada a su extinci�n. 
Curiosamente, el tema central de sus elucidaciones, as� como la trama de su pr�ximo y ya inminente libro, es la esperanza. En concreto la esperanza cristiana, que hermanada con la fe y la caridad, conforman el manual de buenas pr�cticas de la vida social. Han contrapone esperanza y optimismo, esperanza y pensamiento positivo, para aborrecer proyectos y creatividades, que lo �nico que procuran es el apuntalamiento de un sistema en derrumbe irremediable. La verdadera esperanza es cr�tica y necesaria en una vida mortal, que se justifica y revitaliza en un nacer de nuevo. 
El texto no defraudar� a sus muchos adeptos y, como casi siempre, incomodar� a la filosof�a instalada en instituciones con prop�sito de reproducirse por replica y repetici�n continua. 


 

Jos� Luis Orella
El Exilio Anticomunista Centroeuropeo en la Espa�a de Franco
Dykinson, 2024

Orella es uno de nuestros mejores expertos en Europa del Este y un historiador sin miedos presumidos. Hac�a falta una investigaci�n de este tipo precisamente ahora, cuando los discursos dominantes desde poderes instalados justifican sus ansias de permanencia en la continua reelaboraci�n y mejoramiento de un relato primigenio. As�, el recurso a leyendas negras del pasado o a las memorias oficiales del presente. No hay nada m�s justificativo y autoindulgente que un buen relato propio. Este revisor no tiene nada que criticar al respecto (que cada qui�n diga de s� lo que quiera), aunque le repugne la imposici�n de cualquiera dicho. Lo que no parece tan justo, es ocultar, cercenar, o m�s todav�a, excluir y penar el relato ajeno cuando no se ajusta al propio. Es lo que hace la cancelaci�n. 
Orella simplemente saca a la luz aqu� los hechos de un relato, no s� si cancelado a prop�sito, pero s� poco o�do hoy: el r�gimen de Franco, contrariamente a la memoria hist�rica vigente, no era una autocracia excluyente sin propuesta exterior. Al menos, por lo que se muestra aqu�, una hab�a: la oposici�n activa al comunismo europeo. Y no parece que fuese ni injustificada ni de poca monta. 
El texto ser�, para muchos, un descubrimiento. El profesor de la San Pablo escribe bien, y la investigaci�n y documentaci�n es exhaustiva sin cargar demasiado la mano en lo acad�mico, lo que hace asequible la lectura a los interesados en la tem�tica o en el periodo. 


 

Jos� Perez Pardo
El camino a la desigualdad
Marcial Pons, 2024

Esteve pertenece a esa pl�yade de juristas humanistas, buenos escritores, que son puntos de referencia e inflexi�n m�s all� de las fronteras de su desempe�o acad�mico o de su puesto en el servicio p�blico. Este breve libro es buena muestra de ello. 
Las tesis son atrevidas: el estado de derecho est� en cuesti�n en la medida en que las leyes han sido y prosiguen siendo sustituidas por los contratos y acuerdos sectoriales; la igualdad se est� deconstruyendo a golpe de contrato; la misma administraci�n p�blica participa en negociaciones de parte que vulneran los derechos fundamentales; y todo ello se procura soterradamente en aras de la expediencia y la funcionalidad. Es un fraude pol�tico y jur�dico consentido y autoprocurado, que se oculta bajo la apariencia de la vigencia de la ley. 
Repasa el catedr�tico de Barcelona la inconstitucionalidad e ilegalidad de los pactos fiscales, la vulneraci�n de los derechos laborales y el blindaje de las empresas de comercio tecnol�gico y digital, la subcontrataci�n p�blica en seguridad, o la parajusticia de los entramados deportivos, para denunciar la invasi�n del subjetivismo individualista en el acto jur�dico. Parece como si todo reclamo de nuevos derechos deba ser servido con un pacto de partes implicadas burlando la proclama de la igualdad ciudadana. 
Bien argumentado y con mesura dentro de lo que cabe, puede ser un texto explosivo si se sabe leer y proponer. 

 

Antonio Di�guez
La ciencia en cuesti�n
Herder, 2024

La ciencia no es lo que era. Es m�s, dice Di�guez, el m�todo cient�fico no existe. Todo lo m�s, estamos ante una serie de metodolog�as diferentes, con poco en com�n, que a veces apoyan su verosimilitud en intuiciones de dif�cil apoyo experimental. Popper aparece en el libro como el pensador de referencia en el repaso de los vigentes planteamientos que maneja la filosof�a de la ciencia sobre temas de rabiosa actualidad. 
El texto tiene dos caras. En el lado positivo, la elaboraci�n de una buena argumentaci�n para la ratificaci�n del consenso cient�fico en materias determinadas, lo que, de paso, permite elaborar una acertada cr�tica a los planteamientos negacionistas m�s en boga. En el lado negativo el texto se muestra contradictorio, cayendo el autor en el mismo negacionismo del que reniega. Para Di�guez no existen los milagros, que despacha sin ni siquiera incluirlos en lo que llama para, pseudo o anticiencia. Tambi�n se muestra partidario el catedr�tico de M�laga, con una argumentaci�n dudosa, del conocimiento prohibido: siendo la ciencia una construcci�n (social) m�s que un descubrimiento, hay temas en los que debe estar prohibido entrar. 
Di�guez es un fil�sofo que no parece haber le�do a Arnau. Es moderno, y por eso, en mi opini�n, ya antiguo. 

 

Juan Manuel Burgos
La fuente originaria
Comares, 2023

Se trata de un texto program�tico, hasta cierto punto novedoso y profundo, al que le he tenido que entrar varias veces para poder calibrarlo. Burgos es amigo, de esos entre quienes sabes que hay mutua admiraci�n a pesar de las discrepancias, y entre �l, un fil�sofo, y un servidor, un soci�logo, hay muchas. Aqu� aparecen bastantes, pero no voy a referirme a ninguna de ellas, sino a dos facetas que, en mi opini�n, ameritan el libro, m�s all� de lo que uno pueda pensar sobre la derrota de la filosof�a actual. 
Una de las facetas me la ilumin� Tom�s Iba�ez al leer su Anarquismo no fundacional al mismo tiempo que le�a La fuente originaria, y es la relaci�n entre lo que Ib��ez llama el a priori pr�ctico y la experiencia integral de Burgos. Me refiero, seg�n lo veo, al hecho de que no es el ser antes que el hacer (ni al rev�s): no podemos separar la teor�a de la pr�ctica si al final devenimos en ser lo que hacemos, o en descubrir nuestro qui�n en nuestros actos. La experiencia es, como defiende el texto, un acontecimiento conformante ontol�gicamente hablando. 
La otra faceta, es el devenimiento de la vida que moldea el hacer de cada uno. Esto no est� en el libro, pero se desprende de la trayectoria del autor. Burgos es un fil�sofo pr�ctico en el sentido de que su originalidad deviene en emprendimientos concretos. Si uno cree, profesa. Si uno no profesa, es leg�timo dudar de su creencia. Ojal� se aplicase el cuento quien se llame intelectual o pensador y decida no contaminarse en el hacer y refugiarse pl�cidamente en las nubes o en su poltrona. 

 

Vicente Bellver
Derechos al final de la vida
Reus, 2023

Es preciso recordarlo siempre pues es el tema capital de nuestro tiempo: a pesar de guerras, emergencias y peligros que saltan por doquier, nada de ello se asemeja en calidad y cantidad a la importancia que tiene cuidar la vida naciente y muriente de acuerdo con los criterios de dignidad que requiere nuestra humanidad. Y ello, porque nunca lo hemos hecho peor a la vista de las cifras y leyes disponibles, y por la actitud con la que las manejamos. 
El catedr�tico de Valencia aborda la cuesti�n de la vida doliente y terminal en profundidad en un estudio serio, instructivo, y profundo, de car�cter jur�dico y acad�mico, pero que se lee r�pido por la importancia del tema y la l�gica narrativa. Bellver clama al cielo por asuntos b�sicos que son tratados con una liviandad inasumible, cuando no ignorados por completo, como el trato no dado en tantos pa�ses a las residencias de mayores durante la emergencia sanitaria de la pandemia. Una conculcaci�n de derechos b�sicos injusta y cruel ante la que todav�a no hemos reaccionado. 
Para un servidor ha resultado particularmente iluminador el an�lisis en profundidad que hace el autor sobre la vulnerabilidad como condici�n humana, y las propuestas de intervenci�n e innovaci�n que ofrece (cap�tulo V) para solucionar carencias de bulto en la atenci�n hospitalaria. El an�lisis sobre la eutanasia y voluntades anticipadas es certero y claro. Mientras le�a, pensaba: �habr� alguien en la pol�tica que se sienta aludido por un texto como este? Ojal� sea as� y se vayan implementando las pautas y razones que aqu� se apuntan, de lo contrario recorreremos la ruta hacia la decadencia e injusticia a una velocidad creciente, que solo nos abocar� al colapso civilizatorio. 

 

Jonathan Haidt
La generaci�n ansiosa
Deusto, 2024

Haidt es uno de los m�s importantes psic�logos actuales y su �ltimo libro es una bomba. El profesor de la New York University muestra que los a�os entre 2010 y 2015 han cambiado la l�nea evolutiva humana como pocas veces se ha hecho antes en la historia, condicionando de modo radical el paso por la infancia y la adolescencia del ser humano en todo el mundo. Ello, que denomina el gran recableado cerebral, ha sido y es producido por la diseminaci�n del uso de la telefon�a inteligente entre los ni�os, siendo la generaci�n Z, los nacidos con el siglo, las primeras v�ctimas de este impasse. Los datos nos muestran c�mo el tr�nsito del juego libre y la actitud descubridora al juego virtual y la actitud defensiva, han causado y est�n causando los mayores niveles de alteraciones ps�quicas (depresi�n, ansiedad y suicidio) en infantes y j�venes de la historia, muy por encima de los producidos por cataclismos como guerras y plagas. La resultante adicci�n a las pantallas es, en casos, peor que la adicci�n a las drogas. 
Dos son las principales causas de este cataclismo mundial desapercibido: la sobrevigilancia ejercida sobre el esparcimiento f�sico de los ni�os unida a la despreocupaci�n con su esparcimiento virtual, y la dominaci�n y abuso de las grandes tecnol�gicas para lograr por todos los medios el enganche al mundo virtual a la m�s temprana edad posible, de modo parecido a como hace unos a�os las tabaqueras impulsaban con investigaciones falsas la adicci�n al tabaco. 
Haidt apunta remedios para gobiernos, escuelas y padres. Bien escrito y argumentado, es uno de esos libros, que ning�n padre o profesor responsable deber�a dejar de leer. 

 

Andr�s Amor�s
El arte del toreo
La esfera de los libros, 2024

Un servidor opina que el mejor deporte es el Test Cricket. Naturalmente para llegar a tan asombrosa y rara opini�n en entornos hispanos, uno ha de haberlo entendido, cosa que lleva su tiempo y pr�ctica, y que no est� al alcance de cualquiera. El cricket es complejo y tiene una tradici�n y esp�ritu muy peculiares. Arrastra multitudes y es el principal deporte en el pa�s m�s poblado del mundo, sin embargo, muchos hispanohablantes lo rechazan. Con el toreo pasa algo parecido no siendo un deporte. Quien lo vea sin entenderlo es comprensible que lo rechace como espect�culo y tambi�n como arte. 
De la tauromaquia a este revisor le gustan, sobre todo, sus textos. Es algo misterioso observar la gran diferencia de calidad que tienen los textos sobre el toreo con los de cualquier otro arte; �pera, danza, y quiz�s, aunque muy a la par, m�sica. Los que escribe Amor�s dan buena muestra de ello. Las cr�nicas taurinas son, por lo general, la mejor literatura reportera que llevan hoy en d�a los peri�dicos. 
He disfrutado mucho, y aprendido, siempre se hace, con las m�s de 400 pp. de este libro. Muy did�ctico, rico y completo. 

 

Dan Davies
The  Unaccounbility Machine
Profile, 2024

Los sistemas, corporaciones, estructuras sociales, y ordenadores complejos, tienen una racionalidad cibern�tica no pensante, que es, a veces, mucho m�s eficaz que la pensante. Es indivisible e indetectable m�s que en sus decisiones, pero es operativa, incluso cuando sus resultados son manifiestamente indeseables y contraproducentes. �Como es si no, se pregunta Davies, siguiendo a Stafford Beer, que cuando la directiva de una organizaci�n decide reformarla pues hay acuerdo un�nime en cambiar pautas y resultados, �stos sigan produci�ndose de igual modo? 
Los sistemas pueden pervertirse haciendo de sumidero de decisiones y a modo de caja negra resultan tan opacos que hacen necesario su reemplazo. La revoluci�n aqu� es mejor que la imposible reforma, y la sustituci�n que la continuidad. Hay multitud de ejemplos, desde gobiernos a empresas (casos Fox y Boeing), pasando por ONGs y grupos religiosos, en los que la gesti�n corporativa falla persistentemente en buscar la causa o el responsable del malfuncionamiento, sencillamente porque no lo hay: todos los directivos estaban de acuerdo en lo que no hab�a que hacer y, sin embargo, se segu�a haciendo. Son casos en los que una maquinaria obsoleta para su entorno o para s� misma clama por ir al museo o al chatarrero. 
Davies acierta donde Bruni no lo hac�a. Hoy en d�a, hay que tomarse en serio la gesti�n corporativa de grupos y sistemas, comenzando por entenderlos y entenderse. No toda responsabilidad es personal. Un libro muy recomendable. 

 

Mar�a Jesus de �greda
Vida de la Virgen Maria
KDP, 2024

De entre la Beata Emmerick, Santa Faustina, Sor Josefa Men�ndez, y la Venerable de �greda (nacida en 1602), �sta �ltima es, de entre estas santas mujeres que recibieron importantes y fecundas revelaciones privadas, la que, en mi opini�n, siendo en todos los casos aportaciones espirituales de gran altura y valor con indiscutible provecho para las almas, m�s se acerca a lo que, al menos en esta versi�n, puede llamarse una obra maestra. Y todo gracias a do�a Emilia Pardo Baz�n, que hace el pr�logo y la selecci�n de textos de La M�stica Ciudad de Dios para ofrecernos esta maravillosa vida de la Virgen. Para un servidor, esta aportaci�n de do�a Emilia ha sido todo un descubrimiento. 
La de �greda escribe y relata en estilo cervantino estando a la altura del mejor de los escritores que en el mundo han sido. Nunca sali� de su casa, donde all� mismo tuvo su convento, fue priora, y descansan sus restos incorruptos. No obstante, dispone de todos los datos con ciencia infusa y da cuenta de sus revelaciones configurando una vida que es una novela de inmejorable factura, profundidad, sencillez, y mejoramiento espiritual. Nada choca, todo casa, y el resultado es admirable. 
Una muy buena lectura para este mes de Mayo. 

 

Pablo P�rez  Lopez
Del mayo del 68 a la cultura woke
Palabra, 2024

Se trata de un relato hist�rico construido con hechos factuales perfectamente ensamblados a modo de reportaje period�stico, con el �nimo de presentar una interpretaci�n que explique la aparici�n de la cultura de la cancelaci�n en nuestros d�as. 
Lo he le�do con agrado. Si bien no concuerdo con la hip�tesis de partida, la que presenta el profesor de Navarra es tan plausible como pueda serlo la m�a, o la de cualquier otro con conocimiento de... �causa, efecto? En mi opini�n hay aqu� un planteo central y previo al relato. Ver si los hechos apuntados son causa directa de lo que viene despu�s o, m�s bien al contrario, son efecto de otra causa anterior que es la que apunta directamente a lo que viene despu�s. Otras cuestiones que puede plantearse el lector al hilo del relato es la de si las causas hist�ricas son s�lo personales (acciones humanas concretas), como parece implicarse, o si las hay tambi�n estructurales, insertas en la constituci�n cultural de la modernidad, y, por �ltimo, la de si la importancia de los hechos de la anglosfera, son de suficiente entidad como para producir efectos globales tan se�alados. 
El texto, en suma, est� muy bien escrito, y apelar� a la curiosidad del p�blico en general. Es breve, ameno, y vivaz. El autor ha construido el relato con las virtudes que delatan la pluma de un gran escritor. Debe prodigarse m�s. 


 

Jos� P�rez Ad�n
Repensar la familia
Eunsa, 2024

El texto llevaba tiempo agotado y ante la insistente demanda ha sido necesario sacar una nueva edici�n. Est� perfectamente actualizado frente a una opini�n, m�s o menos general, que ha deca�do en sus recursos anal�ticos y cr�ticos, hasta abanderar como racional y progresista la disoluci�n de la familia en la ignorancia de lo que en definitiva nos hace humanos. 
La familia es la categor�a b�sica de comprensi�n de lo humano. Lo que explica nuestra humanidad es, m�s que nuestra composici�n biogen�tica, nuestra condici�n familiar. Las mayores cotas de humanidad de nuestra historia personal y colectiva est�n edificadas sobre el fundamento familiar, y no hay nada m�s inhumano que negar o ignorar la familia diluy�ndola en tipolog�as de ajuntamiento sin referencia funcional. La familia no es, sin embargo, est�tica. Al tener una raz�n social est� sujeta al devenir, por eso puede pensarse y mejorarse. 
El texto es breve, �gil y profundo a la vez, y tiene como objetivo proponer un entendimiento de la realidad familiar, que nos capacite para perfeccionar y mejorar nuestra humanidad. Del devenir de la familia depende avanzar, o no, hacia planteamientos de convivencia humana m�s justos y equitativos. 


 

Alicia Delibes Liniers
El suicidio de Occidente
Encuentro, 2024

Quien pensase que el burdo igualitarismo que castiga la virtud es la panacea de viciosos, lerdos e ignorantes, anda equivocado. Quienes lo proponen e imponen son �lites sectarias con mentalidad totalitaria que desean amasar y mantener poder a toda costa, negando el saber y subvencionando la creaci�n de masas clientelistas y sumisas que siempre les voten. Esta es la historia de la nueva pedagog�a impuesta en Occidente por castas pseudo-progresistas contra su propio devenir hist�rico y contra sus propias leyes que penan la experimentaci�n con humanos. 
El an�lisis de Delibes es duro, claro y, a mi juicio, certero. La elecci�n de �la educaci�n� rousseauniana frente a la instrucci�n condorcetiana ha devenido en este cataclismo obligatorio por el que se hace pasar a generaciones de alumnos con el solo prop�sito de conformar sus mentes de acuerdo con lo que el poder etiqueta como pol�ticamente correcto. El tracto del camino y la imposibilidad de cambiar de ruta (algunos intentos se han hecho) es id�ntico en los EE. UU. y Europa. Es un intento de suicidio cultural e intelectual a gran escala que pocos denuncian. 
Delibes sabe, abre los ojos, hace pensar, ilustra y propone. Un libro id�neo para el p�blico pensante en general, si es que, a pesar de todo, queda mucha gente que puede catalogarse as�. 


 

Mauricio Wiesenthal
Las reinas del mar
Acantilado, 2024

El autor de La hispanibundia, nos regala otro libro de memorias, centradas, esta vez, en los viajes en barco. Lo revisamos como literatura de verano. Un texto rico en l�xico y bonito de leer, con un sesgo rom�ntico, que encumbra la nostalgia de un mundo ido donde la experimentaci�n de lo desconocido era la urdimbre de la aventura de la vida. 
El autor, como en otras de sus obras, contrasta el af�n de inseguridad y riesgo que encumbra todo lo oculto, particularmente si ello promete dosis elevadas de excelencia cultural y vivencias que conforman car�cter, con la pasividad y conformismo con que la juventud actual, en su b�squeda de seguridad, se condena a cierto tipo de inmadurez perpetua. 
El barcelon�s escribe muy bien, y deber�a ser m�s conocido y le�do. Uno, desgraciadamente, lo descubri� tarde. No quita ello que intente redimirme recomend�ndolo para quien le guste este tipo de literatura: culta, pel�n barroca, agradable, pausada y bonvivante. Wiesenthal no es Pla, puede ser incluso su ant�tesis, pero no por ello estos viajes en barco han dejado de recordarme, una y otra vez, esos otros, a pie o en autob�s, relatados con tanta maestr�a por el ampurdan�s. 


 

Paul Seabright
The Divide Economy
Princeton, 2024

Inici� la lectura con bastante desgana (texto-ladrillo de 485pp de asunto trillado) pero, al poco, cambi� de opini�n. Seabright escribe bien, claro, amable y doctamente, sobre un tema que ha investigado con honestidad y profundidad durante a�os. El autor no es creyente pero s� respetuoso, y tambi�n original. 
Hay tres tesis principales en el libro: las religiones son grandes empresas que ofrecen un servicio con mucha demanda y necesidad; la secularizaci�n es un cuento que no casa con la �ptica global y la realidad del mercado de credos; y, como plataformas estructuradas que operan en competencia, unas religiones funcionan mejor que otras. Parece muy t�cnico y profano, pero el autor conduce al lector con bastante sentido com�n y profundo conocimiento de la historia, doctrina y caracter�sticas de los diversos cultos, para lograr una lectura interesante. 
Un texto �til para, dentro de la Iglesia, jerarcas, ecumenistas y pastoralistas, y, fuera de ella, para estudiosos de las relaciones iglesia-estado en el mundo por venir. Uno no est� particularmente de acuerdo con Seabright, aunque reconozco la val�a de su trabajo, que, pienso desde mi �ptica, dar� ideas a aquellos dirigentes y entusiastas que confunden evangelizaci�n con t�cticas de marketing. Al final del libro hay una conclusi�n sorprendente. 


 

Nick Bostrom
Deep Utopia
Ideapress, 2024

Ten�a ganas de leer a Bostrom. No me ha defraudado, pues si mi opini�n general sobre trans y posthumanistas no era muy entusiasta, esta lectura me ha confirmado la suposici�n. Bien es verdad que el sueco es un tanto original dentro de la troupe, pero aqu�, adem�s, es temerario. Pasa de un pesimismo precautorio expuesto en anteriores aportaciones sobre la IA, a un optimismo desaforado que incluye, ah� quer�a uno llegar, el mantra del fin del trabajo. 
El profesor de Oxford entra de lleno en solventar qu� haremos cuando no haya nada que hacer porque todo est� ya hecho o lo hagan los robots, cuesti�n de moda entre neomalthusianos de �lite wasp. Y dedica varias p�ginas a enumerar, una por una, las distintas actividades que podr�an llenar un futuro con tanto tiempo libre. Adem�s, lo hace con un enfoque profesorial (el tocho de 500pp. sigue una semana de clases suyas en di�logo con sus alumnos) pel�n repelente. 
Bostrom se cree un genio (�el fil�sofo menor de 50 a�os m�s citado del mundo�), pero no sabe qu� es el trabajo, sus conocimientos de historia son precarios, y tiene una trayectoria err�tica con emprendimientos que no culmina. Defectos muy de hoy, dir�a alguno, como para ilustrarnos sobre el ma�ana. 


 

Hartmun Rosa
Democracy Needs Religion
Politiy, 2024

Se trata de una elaborada conferencia del soci�logo alem�n m�s importante de la actualidad (con permiso de Joas), proponente de la necesidad de optar por la resonancia, y estudioso de la aceleraci�n social y del crecimiento compulsivo. Est� prologada por Charles Taylor, y viene a incidir en uno de los temas dominantes de la reflexi�n actual. 
Rosa no es creyente, pero s� religioso a fuerza de raz�n. Y, a diferencia de muchos de sus (nuestros) colegas, desde�a la sacralizaci�n del estado que esconde la apuesta por el laicismo de la �pica modernista de herencia francesa. Sus efectos perversos campan por doquier: nunca antes la radicalizaci�n ideol�gica del debate pol�tico y social nos ha separado tanto (nos ha hecho menos resonantes) que cuando el poder ha tratado de imponer su credo laico. Rosa impl�citamente dice: neutralidad s�, religiones tambi�n (todas), laicismo no. La experiencia es clara: sin caridad, comprensi�n, desinter�s, empat�a, y escucha, no podemos vivir. Y todo esto lo proveen las religiones, no el estado. 
El texto, como el pr�logo, aclaran el aporte que supone el paradigma de la resonancia al debate de las ideas. Se mira al futuro y no al pasado, lo que ya es un logro, habida cuenta de lo que se escribe por ah�. Hay, sin embargo, dos cuestiones en las que no se entra: �servir� esto como parche de supervivencia a la modernidad?, �pueden las religiones, tal y como se encuentran, asumir con efectividad la tarea de mudar unos corazones encallecidos para que las fobias y exclusiones devengan en escucha y sinton�a? Yo lo dudo, pero food for thought. 


 

Andrew Greeley
El  Hombre no Secular
Cristiandad, 1974

Greeley fallecido en 2013, sacerdote y soci�logo (rara y necesaria especie), ten�a intuiciones geniales y contradicciones ingenuas. Era un yanqui que se cre�a celta-irland�s, y que sospechaba de la contribuci�n latina a la gringuez. Catedr�tico en la Universidad de Chicago, fue un trabajador incansable sacando 80 libros acad�micos y 70 novelas de �xito arrollador que le hicieron millonario. Aunque siempre se present� como un cura impoluto, en su �ltima �poca comparti� algunas fobias eclesiales con su colega Peter Berger. 
El hombre no secular, quiz� su mejor obra acad�mica, se public� en 1974, pero podr�a haber sido ayer. Es asombrosa su actualidad y perspicacia, al punto que es uno de los mejores ensayos de Sociolog�a de la Religi�n publicados a la fecha. Su tesis central es contracultural: la religi�n no est� en fase de decadencia sino, m�s bien, al rev�s, como no pod�a ser de otra forma dado que es un componente central de lo humano. La hip�tesis se demuestra con datos, al tiempo que, con datos tambi�n, se contesta la falsa tesis convencional al uso. 
Greeley brilla en la cr�tica al elitismo acad�mico de torre de marfil, que proyecta percepciones e ideolog�a sobre el pueblo llano. Se apoya en Nisbet y Geertz y tiene un discurso muy bien hilvanado que, siendo de altura, es perfectamente comprensible. El libro est� muy bien traducido. 
Un grato descubrimiento para quien no lo conozca, y una postura necesaria, a tener en cuenta por soci�logos, polit�logos y te�logos, a quienes, a veces, critica con acierto. 



 

Pierre Rosanvallon
The New Social Question
Princeton, 2024

Se trata de un texto original 1995 (hoy va de vintage) que ha tenido varias ediciones en espa�ol y que ahora lo saca Princeton en una colecci�n que se llama New French Thought (todav�a estamos con esas). Rosanvallon es una autoridad, y pontifica aqu� (pontificaba) sobre el fin del estado del bienestar. Hoy lo sabemos m�s cierto. El estado providencia es insostenible porque el sistema de pensiones y seguridad social no puede garantizarse para la siguiente generaci�n en los pa�ses donde se aplica. Esto es un hecho. 
A un servidor lo que le llama la atenci�n es el af�n continuista que prima en la pol�tica global (y en este libro) informando de parches y remiendos para continuar con lo mismo, sin que se apueste por algo nuevo previo paso por un derrumbe controlado. Princeton tiene raz�n: Francia es el sem�foro que dar� paso, por implosi�n, a la revoluci�n imaginativa para cambiar de estado. Si bien, si fuera por Rosanvallon (un evolucionista social), ese sem�foro no se encender� nunca. Seg�n �l, si fu�ramos capaces de repensar radicalmente la ayuda social, podr�amos mantener la equidad y la solidaridad bajo control burocr�tico en un estado m�s abierto al mercado. 
Yo no me lo creo, pero ah� queda. 


 

Andr�s Ollero
Entre el Derecho y la Vida P�blica
Aranzin, 2024

Re�ne Ollero en un volumen de 482 pp. las publicaciones habidas durante su etapa de desempe�o p�blico en la pol�tica y la judicatura institucional. Aporta una visi�n de conjunto sobre su trayectoria intelectual como el afamado profesor que siempre ha sido. Al lector no versado en los intr�ngulis de los debates jur�dicos, le interesar�n sobremanera las razones aportadas para la defensa de, lo que el autor llama, su iusnaturalismo d�bil, y la justificaci�n de un planteamiento cognitivista de la �tica. Otros debates, como el de la distinci�n entre ley y derecho, o el del justo marco para separar entre razonamiento te�rico y pr�ctico, son tambi�n de indudable inter�s. 
El texto aborda la relaci�n entre derecho y moral, as� como el engarce de la libertad religiosa en el ordenamiento jur�dico, expl�cito o impl�cito. Interesar� sobremanera a juristas y polit�logos, y parece necesario para paliar las muchas lagunas que los titulados en las llamadas ciencias de la informaci�n (!) tienen en estos temas. Hay que hacer notar, que Ollero es sevillano y que, de vez en cuando, destila en sus escritos gotas medidas y sutiles de humor ir�nico que esconden una sonrisa, lo que agradece el lector que queda al tanto del detalle. 


 

Allison Pugh
The Last Human Job
Princeton, 2024

Es reconfortante encontrarse, entre la marabunta de obras posthumanistas que abogan por un supuesto fin del trabajo, un texto que, pleno de sentido com�n, glosa la necesidad del reconocimiento del trabajo humano como conformante social. Pough es soci�loga, lo que no le libra de las r�moras del imaginario gringo, como pensar que, de la misma manera que lo universal se reduce a lo gringo, la teor�a se reduce al caso. Con todo, el viaje que nos da la profesora de la Universidad de Virginia por la investigaci�n de campo y sus m�ltiples entrevistas, es m�s que suficiente para apuntalar su tesis. Esta es que las labores conectivas que emanan del trabajo cimentan las relaciones y la comunidad, al punto que son indispensables para una vida social sana. 
Pugh se centra en el examen de trabajos donde hay un sustrato servicial, la ense�anza y la sanidad, sobre todo. Critica la sustituci�n de presencialidad humana, y no aborda el sector industrial (para eso las 365pp. se quedar�an cortas) y la conectividad sindical o corporativa. No obstante, s� que apunta la importancia organizacional de las pautas conectivas en todo emprendimiento laboral. Era necesario decir todo esto. Sus conceptos de intimidad social y de cultura conectiva son, por otro lado, del m�ximo inter�s. 


 

Jordi Pigem
Conciencia o colapso
Fragmento, 2024

Pigem sabe un poco a rico c�ctel. A veces te recuerda a Han, otras a Arnau, y otras a un negacionista original y simp�tico. Pero detr�s del primer sorbo, hay un retrogusto sabio. Indudablemente sabe de lo que habla y lo expresa muy bien. Nuestras carencias son, en primer lugar, cognitivas. Creemos saber lo que ignoramos por falta de autocr�tica, por haber asumido sin cuestionarlas muchas de las mantras de la modernidad, que vienen envueltas como ciencia cuando no lo son. 
La orientaci�n que buscamos pisando el acelerador, solo podemos encontrarla dentro de nosotros mismos, con lo que es necesario un poco de lentitud para confirmar nuestro aqu� y ahora. El lado (izquierdo) algor�tmico de nuestro cerebro parece haberle comido terreno al (derecho) hol�stico, y de resultas sabemos las partes, pero desconocemos el todo, incluso de nosotros mismos. Sabemos mucho del cerebro, pero casi nada de la mente y menos que nada del esp�ritu. 
Provocador, iluminador, bien escrito, pel�n sorprendente al final. Hay que leerlo. Gustar� a intelectuales inquietos e incorrectos, a pacifistas y defensores de la naturaleza, y a admiradores de su labor en la revista Integral, entre otros. No gustar� a correctos conservadores ni a pragm�ticos neoliberales. Tampoco a mentes hiperpolitizadas. 


 

Robert Sapolsky
Decidido
Capit�n Swing, 2024

Para Sapolsky, afamado psic�logo que escribe bestsellers de m�s de 550pp., solo existe la materia. Consecuentemente la libertad es un camelo: estamos programados por nuestros genes, hormonas, conocimientos adquiridos, relaci�n ambiental y cultural, y nuestro entorno social. La distinci�n mente-cerebro tambi�n es un enga�o. Y todo esto no es un punto de partida, sino de llegada: lo que muestran sus muchos experimentos cl�nicos, que describe minuciosamente. 
Tras sus tests psicol�gicos de patio de colegio, muy al estilo gringo, y sus estudios de campo con monos (se refiere a los humanos como primates), constata, desde un psicologismo exclusivo y excluyente, que no hay libertad y, consecuentemente, tampoco responsabilidad. Que somos, por si no nos hab�amos dado cuenta, robots de carne autoprogramados inconscientemente para creernos aut�nomos. 
Sapolsky escribe bien, con rigor acad�mico, ventila cr�ticas y fuentes varias, y tiene un cierto seguimiento informado que puede crear escuela. No se le puede ignorar. 
No creo que la lectura de Dedidido sea placentera para nadie que conozco, pero ello no quiere decir que no se deba hurgar y examinar el contenido para estar al tanto de estos temas. 


 

R�mi Brague
Sobre el islam
Encuentro, 2024

El mejor, para mi gusto, de entre lo mucho que he le�do sobre el tema. La diferencia la marca el autor, un intelectual con todas las letras. Digo esto porque hoy a los intelectuales hay que buscarlos con lupa. Muchos est�n de huida. Aspiran a ser otra cosa: comunicadores, influencers, periodistas, comentaristas en medios, o, simplemente, famosos por otra cosa. Algunos han o�do que se usa el t�rmino intelectual como insulto, y quieren ser apreciados por lo que no son. M�xime cuando la academia ya no es refugio seguro en tiempos de wokismo, y buscan reba�o alternativo. El colmo son algunos, en este pa�s, que prefieren una tercera en ABC a un libro. Bien, Brague no es de esos. 
Aqu� defiende su visi�n de lo que es el Islam desde dentro, nada comparable a otra religi�n, y menos a las llamadas abrah�micas. Para el autor, estamos ante un sistema de creencias (sin naturaleza, sin metaf�sica racional, y sin teolog�a) que pivota sobre una historia y una ley, que se impone con fuerza, como toda ley. 
Un estudio ilustrado y did�ctico que alumbra recovecos y malentendidos, y que sienta pautas de comprensi�n y relaci�n. Lectura muy necesaria para desenvolverse en el mundo actual. 


 

J�se P�rez Ad�n
Equipos de pel�culas
KDP, 2024

En Equipo de Pel�culas, P�rez Ad�n combina su trayectoria como profesor universitario y experto en cine, para proponer un equipo imbatible en un partido de f�tbol imaginario. La selecci�n que propone el autor consta de 25 pel�culas, 4 directores, y 9 actrices y actores, que constituyen un resumen de lo mejor que ha aportado el s�ptimo arte a lo largo de su historia. Un desaf�o para cualquier otra selecci�n que desee enfrent�rsele. 
Se comenta y justifica, con una elaborada y original cr�tica, cada una de las entradas, a la luz de las necesidades culturales de nuestro tiempo. Para el autor, el cine, antes que nada, es un arte, una forma de belleza que transmite valores. A ello debe de supeditarse la t�cnica y la mercadotecnia en su justa medida. 
Impregnado de agudos comentarios y de un profundo amor y conocimiento de los entresijos cinematogr�ficos, el libro educar� el gusto, y ayudar� a descubrir joyas ocultas al espectador ne�fito, y tambi�n, al cr�tico avezado. Asimismo, servir� de pauta y gu�a a quienes deseen utilizar el cine en las tareas educativas. 
Una lectura agradable y culta para los amantes del s�ptimo arte, asequible a toda clase de p�blico. El cine, no solamente nos hace disfrutar, sino que puede ilustrar y capacitarnos para llegar a ser mejores, tanto individual como socialmente. 


 

John j. Mearsheimer y Sebastian Rosato
How States Think
Yale U.P, 2024

Parece mentira que todav�a estemos en las mismas. El dominio del neoliberalismo en la econom�a, y de esta en las ciencias sociales, vige todav�a, por m�s que su entendimiento de la racionalidad est� desautorizado y superado. Al menos lo est� desde 1988, con la publicaci�n de The Moral Dimension por Etzioni. Ah� se acab� la racionalidad monodimensional, esa que defiende la elecci�n racional como la maximizaci�n de una utilidad llamada inter�s propio. 
Para los autores de La racionalidad de la pol�tica exterior, el subt�tulo del libro que refiere a su contenido, los estados son sujetos de racionalidad cuando satisfacen el criterio de contar con una teor�a dotada de credibilidad, y un proceso deliberativo previo a la decisi�n, con el objeto de preservar su inter�s, que en el contexto hist�rico en el que operan las relaciones internacionales es su supervivencia. 
Partiendo de esta premisa, ya digo que superada desde la comprensi�n de en qu� consiste la racionalidad, el texto es m�s que interesante. Se sucede un exhaustivo examen de acciones racionales y no racionales de diversos estados en determinados momentos hist�ricos, para apuntar que la mayor�a de los estados act�an racionalmente, y que ello tiene poco que ver con el resultado positivo o negativo, para ellos, de las acciones (b�licas en su mayor�a) emprendidas. 
Se trata de un texto acad�mico, bien trabajado y original dentro del �mbito de la ciencia pol�tica. Servir�, aparte de a pol�ticos te�ricos y pr�cticos, a militares, juristas e historiadores, para ponerse al d�a en las cuestiones que trata, desde una visi�n no moral ni valorativa de la acci�n colectiva. 


 

Alejandro Salafranca
Cinco aportaciones de Espa�a al Humanismo
Ladera Norte, 2024

Ped� el libro, al ver que un cap�tulo versaba sobre Vasco de Quiroga, uno de mis h�roes, pero, una vez le�dos los cinco, confieso que todos me han entusiasmado. Salafranca brinda un gran aporte al conocimiento, a la erudici�n, y a la divulgaci�n de verdades ocultas, sepultadas bajo multitud de toneladas de memorias falsas, relatos sectarios, e inercias acad�micas de baja exigencia y m�rito. El viaje por Nebrija, Vitoria, Vasco, 1812, y Giner, es de lo m�s placentero e instructivo. 
A estas alturas de la vida, uno de los pocos placeres que est�n al alcance de la rutina diaria del acad�mico, es la lectura de un texto bien escrito por alguien que sabe mucho, y este es el caso con la obra que comentamos. Salafranca, pertenece a ese reducido n�mero de sabios (Tom�s P�rez Vejo, con quien ha trabajado, es otro) que, desde allende los mares, postulan, razonan, y dictan verdades de mano extendida, como de regalo, que chocan con tanto pu�o cerrado de �nimo hostil, como campa en el an�lisis hist�rico actual. 
El texto, sin notas ni citas, est� pensado para el p�blico en general y no llega a las 300 pp., a�n as� es un notable discurso de peso que casi se lee de un tir�n. Indispensable para historiadores, comunicadores, profesores, y pol�ticos (si no es pedir mucho), de ambos lados del Atl�ntico. 


 

Yascha Mounk
La trampa identitaria
Paidos, 2024

Lo que Mounk llama la s�ntesis identitaria no es m�s que una ideolog�a de car�cter sectario, intransigente, e impulsora de un nuevo totalitarismo pol�tico, que aspira a acabar con la vigencia del universalismo, tanto jur�dico como societario. La historia y modos sobre c�mo la s�ntesis identitaria se ha aupado al frente de las �lites acad�micas del mundo anglosaj�n, y del gringo en concreto, va el contenido de este libro. 
Mounk es autor y polit�logo de renombre, y el examen que hace de la nueva ideolog�a, al tiempo que demoledor y claro, es profundo y exhaustivo, centr�ndose en los temas del debate pol�tico yanqui: g�nero, raza, m�rito, cancelaci�n y libertad de expresi�n. El tono acad�mico se mantiene en las 470 pp. del texto, y la �ptica cr�tica se basa en la defensa de la democracia liberal y la a�oranza de una izquierda perdida en debates de parte. 
El autor mantiene una perspectiva did�ctica, lo que hace que el libro se lea con fruici�n, y que ampl�e el espectro del p�blico lector. Muy �til para entender el origen y los entresijos de los debates actuales en foros de opini�n, as� como la transformaci�n de las universidades en centros de manipulaci�n ideol�gica que, hoy por hoy, son tambi�n empresas de r�ditos previsibles con clientela cautiva. 


 

Santiago Mu�oz Machado
Fundamentos del  lenguaje claro
Planeta, 2024

El director de la Real Academia saca de nuevo su afilada, est�tica y precisa pluma para dejar, nunca mejor dicho, las cosas en claro. La obrita, de poco m�s de 150 pp., re�ne varios discursos program�ticos del autor en los que defiende la lengua, como patrimonio del pueblo, de los intentos de manipulaci�n y dirigismo por parte de los poderes constituidos. 
A los pol�ticos, esos que se dedican a decirle a la gente c�mo tiene que hablar, gremio renco y cazurro, habr�a que hacerles pruebas de ingreso en cultura general. La ignorancia es atrevida y supina. �Oiga usted; �qu� es un sustantivo de g�nero epiceno?, �no lo sabe?, pues ande, vuelva al parvulario, y cuando lo sepa, regrese a ver�. 
El ansia de la estrechez cazurra al mando es codificar. Una man�a totalitaria eclosionada con el derrame y salpique de sangre revolucionario del terror franc�s: lo que luego se ha llamado la tradici�n napole�nica. Los codificantes e inventores de t�rminos, cuando se convierten en legisladores, cierran el grifo de las horas en su pretensi�n de perennidad codificando todo lo que pueden. Bien est� eso para la pol�tica parca y burda, pero dejemos la lengua y las palabras, que son materia de arte, en paz. 
Quiz� sea una tentaci�n muy dif�cil de superar. SMM lo dice con un lenguaje muy diplom�tico y tactista, sin meterse con nadie. Pero en el fondo, de esto es de lo que va el asunto. 


 

Frank Furedi
The War Against the Past
Polity, 2024

Furedi, con una trayectoria variopinta, es, ya en su madurez (catedrático emérito de Kent), uno de los sociólogos más citados en el UK. Experto mundial en sociología del miedo, lleva unos años dedicado a desenmascarar, dentro y fuera de la academia, los males del fin de época de la modernidad. 
Aquí disecciona, con elucidación y concreción, la deriva ovejuna del entarimado establecido (sus colegas) contra la meritocracia universitaria y la independencia criterio. Hace un estudio histórico y preciso del advenimiento de la ideología del año cero, del presentismo, del lenguaje políticamente correcto, del surgimiento de la síntesis identitaria, y del abandono de la armonía en la transición de generaciones. El antioccidentalismo que critica, dice, es un antipasado politizado en busca de un certificado de supremacía moral por medios ilegítimos, y por parte de quienes tienen poco de valía académica que aportar. 
El texto es rico y nada panfletario, al punto que se lee con fruición y cierto deleite intelectual. Enseña y muestra a un nivel medio-alto. Una lectura necesaria en nuestro tiempo. ¿Una pega? Sí, aunque él nació en Hungría, identifica occidente con el mundo angloparlante. El libro está en inglés, así que por esta vez se lo perdono. 


 

Manuel Arias Maldonado
Posverdad y democracia
Página indómita, 2024

Arias es uno de los mejores que tenemos al abasto. El profesor de Málaga, sabe, argumenta y explica, sin miedo a meterse en entramados conceptuales de difícil tránsito. Aquí, arriesga bastante, arrimando, hasta cierto punto, el ascua a su sardina, pues son sus presupuestos los que triunfan en el bello debate argumentativo que ofrece el libro. 
El contenido es muy valioso e ilustrativo con aportes novedosos, así las tipologías (amplias) de democracia y de verdad. Arias , como dice, un ironista melancólico, defiende la democracia liberal a carta cabal. Su constructo sobre la verdad política es atrayente y lúcido. En definitiva, un libro de rango académico que hay que leer por parte de comunicadores y politólogos, y por el lector pensante ocupado en la temática.. 
Desde el punto de vista de este revisor tiene dos peros, quizá no muy importantes. Uno es que entiende el comunitarismo con lo definen los liberales, cayendo en el error de excluir la posibilidad de ser las dos cosas (comunitarista y liberal) al tiempo. En esta línea, no entiende, tampoco, lo que llama la verdad de la creencia (religiosa), como opuesta a la verdad factual. Pero el otro pero tiene más enjundia: defiende un progreso moral sin verdad (con una verdad ambigua, provisional y revisable). Me hubiese gustado que abundase más en ello, si bien puede dejarlo para otro libro, que, si está a la altura de éste, será, también, un logro placentero.