En las memorias y biografías de un santo y docto obispo de Valencia (Santo Tomás de Villanueva +1555) se ensalza a quien supo armonizar «una vida ilumninada por la ciencia y una ciencia enriquecida por la vida». Siempre hemos pensado que eso es lo que tratamos de hacer en ULIA desde los comienzos.
Se trata de una aspiración humanista compartida por los más señeros pensadores del siglo XVI (los también valencianos Juan Luis Vives y Juan de Ribera, y muchos más como Tomás Moro, Erasmo, Nebrija, Fisher, etc. ), y presente también en el espíritu que dio auge y consolidó a las grandes universidades: Salamanca, Oxford, o Bolonia, entre otras. Anclar toda reflexión de altura en la vida humana asegura no salirse de la realidad y es el mejor antídoto frente a la sinrazón.
Nuestro lema y motto es:
Servi vitae cum scientia
Sirve a la vida con (la) ciencia. Se trata de llamar la atención también sobre la peor contradicción posible: la confusión de los contrarios. Qué obtuso sería utilizar la ciencia para destruir la vida, llamando así razón a la sinrazón y progreso a la decadencia. Cuando la ciencia se separa de la vida deja de ser ciencia, más aún si va contra ella. Nuestro deseo y aspiración es, pues, hermanar como fundamento de nuestro quehacer la apuesta que toda universidad hace por la razón y la excelencia, con la defensa de la vida humana, su dignidad y valor.