VÉRTIGO: el arranque (Alfred Hitchcock, 1958)
1. Ya los títulos de crédito, realizados por Saul Bass siguiendo indicaciones de Hitchcock, son especialmente significativos y con una gran fuerza metafórica. Un primer plano de un rostro inexpresivo, un plano detalle de los labios y de los ojos atemorizados que miran a derecha e izquierda, en un tono general mate. Vemos como la cámara entra dentro del ojo del que emerge el título de la película, que se funde en dos bandas entrelazadas que forman una espiral envolvente que, después, se divide en una doble figura y en una cinta o banda de Moebius. Al final, otra vez la pupila en rojo de la que emerge el nombre del director Alfred Hitchcock.
El hecho de que “la cámara entre dentro del ojo” sugiere que el espectador sólo verá aquello que los ojos del protagonista ven. Se nos hará partícipes sólo de lo que el protagonista percibe, piensa y siente. Las espirales sugieren el vértigo y el iris del ojo. La cinta de Moebius es una figura geométrica que sólo tiene una sola cara, pero parece tiene dos. Es una clara referencia a las relaciones entre Scottie y Judy/Madelaine. Y, mientras, la música en un tempo rápido y repetitivo enfatiza el movimiento de las figuras geométricas.
2. El arranque: un hombre huye por unos tejados durante la noche, en San Francisco. Dos policías le persiguen: el primero, de uniforme, trata de detenerlo disparándole, pero falla. El segundo sigue a su compañero. En una situación desesperada, el delincuente se ve obligado a saltar, con evidente riesgo, entre dos tejados. También lo logra el agente, pero no el policía de paisano que, tras resbalar por la fuerte inclinación, queda colgado del canalón. Su compañero lo ve, se para y trata de ayudarlo. Pero el policía apenas lo oye, paralizado por el vértigo. Intentando agarrarlo, el agente cae al vacío. Aterrado, con el rostro fuera de sí, el policía mira hacia abajo, desencajado por el miedo.
Fundido en negro y paso a la siguiente secuencia.
La primera imagen es una barra horizontal que divide en dos la pantalla y unas manos se agarran a la barra con fuerza. Divide en dos la pantalla: nos anuncia que la película tiene dos partes bien diferenciadas. Rimará con el plano en el que se muestra la actitud desesperada del detective Scottie agarrado del canalón del tejado; en el fondo, es como un anticipo de este plano. Scottie no consigue tomar carrerilla suficiente, resbala, logra agarrarse al canalón que se dobla alarmantemente. Mira hacia abajo y percibe el terrible abismo.
Mediante la combinación de un zoom hacia delante y un travelling hacia atrás se consigue hacer sentir la presencia inquietante del abismo y el vértigo.
Scottie mira de reojo hacia el suelo, un sudor frío le invade el rostro aterrorizado. Esta visión del abismo ejerce sobre él un efecto, a la vez, magnético y paralizante que hace que no oiga la voz del policía que le tiende la mano. El policía pierde pie, resbala y cae en picado lanzando un alarido aterrador mientras Scottie percibe su caída y aplastamiento contra el suelo (el cuerpo del agente dibuja, en su caída, una siniestra espiral).
Hay un momento en que la cámara capta desde arriba del tejado, en picado, a Scottie agarrado del canalón, y al rascacielos empinado hacia el fondo del abismo. Una imagen que hace pensar en la imposibilidad (o improbabilidad) de su salvación. Por eso resulta sorprendente el plano de la secuencia siguiente.
3. Esta secuencia-arranque es importantísima para la comprensión del film por las siguientes razones: porque explica el origen y la causa de todo el comportamiento posterior de Scottie; porque es la razón última del plan criminal de Elster y porque el espectador tiene, así, claras las reglas del juego.
Todo esto ocurre en 25 planos, minuto y medio, y sin que Scottie pronuncie ni una palabra en todo el fragmento. Hitchcok, con gran economía narrativa, realiza un espléndido trabajo de planificación y montaje casi matemático.
4. La siguiente secuencia, Scottie en el apartamento de Midge. También comienza con una imagen con la pantalla dividida. Scottie recostado en un sillón juguetea con el bastón que intenta y no puede mantener en vertical sugiriendo que la relación entre ambos no es posible…
V.P.M. (24 junio 2020)