MATRIX: El encuentro con Morfeo y la decisión de Neo (Andy y Larry Wachowski, 1999)

  1. Argumento de la secuencia

A Neo le extirpan el rastreador que le habían implantado (así, descubre que no se trataba de un sueño) y lo conducen a un hotel abandonado donde se va a producir el encuentro con Morfeo. Morfeo le habla de una inquietud que él sabe que siente y, también de Matrix. Le invita a recibir una revelación, pero para ello deberá elegir entre ingerir una píldora roja u otra azul. Si elige la azul olvidará este episodio y quedará en la “feliz ignorancia”. Neo toma la roja; esto es, se decide por la búsqueda de la verdad y liberación de Matrix. El proceso irreversible, hasta que es “Bienvenido al Mundo Real”, será doloroso y la puesta en escena estará llena de simbolismos.

  1. Ambientación

En toda la escena hay una atmósfera extraña. Se muestra el espacio con un plano picado seguido de un plano cenital: así, los personajes se ven empequeñecidos. Estamos en un edificio abandonado, antiguo y decadente (Hotel Lafayette): una metáfora de la civilización pretecnológica.

El suelo es de baldosas blancas y negras: sugieren la lógica del ajedrez y del cálculo binario de la informática. La escalera sube como un laberinto. Las paredes, con el papel despegándose, inducen a pensar en el virtuosismo infográfico (recordemos que estamos en un ambiente virtual): sugiere la escenografía de los videojuegos de los años 90 y los actores parecen avatares. La luz es mate y verdosa, fantasmal. Todos estos “espacios frontera” en el interior de Matrix remiten a un tiempo que se ha detenido.

  1. Desglose
  • Ante la puerta de la estancia en que se halla Morfeo, Trinity le advierte: “sé sincero. Él sabe más de lo que te imaginas“. Una clara invitación a un comportamiento moral, libre, que contrasta con el criterio de funcionamiento en Matrix, caracterizado por el miedo, la obediencia ciega y el puro deber.
  • Cuando aparece Morfeo la música pasa de suave a rápida, un trueno enfatiza el momento esperado y un rayo destaca su silueta de espaldas enmarcada en la ventana. Se gira y podemos contemplar su rostro en un primer plano. Morfeo se nos presenta como un misterioso personaje y con pose “sacerdotal”. Viste siguiendo la estética cyberpunk: rapado, gabardina de cuero y gafas de espejo. Es evidente que el vestuario no encaja y contrasta con la decoración y la arquitectura del edificio.
  • Morfeo hace referencia directa a Alicia y la madriguera del Se refiere a Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll. Es conocido el simbolismo de esta novela. En la misma línea metafórica, en otro momento hace referencia a Dorothy del Mago de Oz. Y añade: “tienes la mirada de alguien que acepta lo que ve porque espera despertarse”; es decir, eres alguien que sospecha que el mundo de Matrix no es auténtico. Y después le pregunta: “¿Crees en el desti­no?”. Neo no cree en el destino porque no le gusta la idea de no controlar su vida. Quiere ser libre. En Matrix su vida está controlada, es determinista, la libertad es aparente. Se plantea el dilema libertad versus determinismo. Pero está allí porque sabe que al mundo le pasa algo, es pero no-es. “No lo puedes expresar pero lo sientes, como una esquirla en tu mente. ¿Sabes de qué estoy hablando?”. Y Neo balbucea: “Matrix“.
  • Sobre el sonido de los truenos el inolvidable discurso de Morfeo: “Matrix nos rodea, está en todas partes. Puedes verlo en tu ventana y en tu televisión, cuando vas a trabajar, al ir a la iglesia y cuando pagas tus impuestos. Matrix es el mundo que han puesto ante tus ojos para ocultar la verdad“. ¿Qué verdad? “La verdad es que eres un esclavo”. “Naciste en cautiverio, en una cárcel que no puedes ver, oír ni tocar. Una cárcel para tu mente. Nadie puede contarte (explicarte) lo que es Matrix. Tienes que verlo tú directamente“, con tus propios ojos.
  • Durante toda la conversación, Morfeo está jugueteando con una pequeña cajita plateada. Es la caja con las dos cápsulas. La cajita y las gafas de espejo de Morfeo destacan de manera llamativa. Planos de las gafas de Morfeo reflejando y duplicando a Neo; mientras le ofrece las píldoras suena un trueno. Es el “yo” y su “representación” en el espejo. El tono bajo de voz de Morfeo, la ilumi­nación y la planificación, le dan a la escena un tono teatral y solemne. “Te ofrezco sólo la verdad“, le dice Morfeo. Queriendo decir con “sólo” que va a ser duro y desagradable (truenos y relámpagos); pero que vale la pena.
  • Por primera vez, Neo se halla ante una elección libre y personal, no-virtual, esto es, será responsable y tendrá conse­cuencias Comienza una música suave que concluye bruscamente en el instante en que Neo va a coger la pastilla, acentuando el suspense. El momento en que Neo traga la pastilla roja es subrayado con otro trueno y un relámpago que sugiere un futuro amenazador.
  • Toma la píldora roja y pasan a la habitación de al lado. Empieza el proceso de respuesta a la pregunta: “¿Te gustaría realmente saber lo que es Matrix?”.
  1. ¿Qué es Matrix?

En una secuencia no se pretende agotar tan proteico concepto. Sólo unas sugerencias:

  • Una metáfora de la sociedad de la información y de la cultura postmoderna.
  • Matrix es el mito de la caverna de Platón en versión americana y llena de imágenes vivas y actuales.
  • Matrix es una versión digital del “mundo como voluntad y representación” de Schopenhauer.
  • Matrix es el esse est percipi de Berkeley.
  • Matrix es “el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad“.
  • Matrix es La vida es sueño de Calderón de la Barca. Segismundo plantea el mismo problema.
  • Se dice, más o menos, en Matrix: “Tu vida y el mundo en el que vives puede que no sea verdad. Más aún, probablemente es un programa, todo está programado de antemano y tú eres una pieza más del conjunto, te mueves sin libertad. Debes huir de ese mundo y pasarte al otro, al virtual, que es el que está en la red, en el que tú puedes vivir y puedes manejar a tu placer. Todavía más: Tú vas a ser el creador de ese mundo”.

Por tanto, formularse la pregunta “¿qué es Matrix?” equivale a disponerse para la búsqueda. Siempre fue así: la pregunta por el ser, por la realidad, por la verdad, es una manera de existir diferente, aún en el seno de Matrix. Se puede vivir en Matrix sumido en las representaciones, o se puede vivir, como Morfeo, o Neo antes de ser liberado, “rastreando Matrix” en busca de la verdad.

Descartes planteó la “hipótesis del genio maligno” (“tan listo y sagaz como poderoso que me hacer ver lo engañoso como evidente“, más o menos la cita). Pensó que era pensable, valga la redundancia, que todos podíamos ser víctimas de un genio manipulador, que nos haría pensar que es verdad lo que no lo es: en resumidas cuentas, todo podía ser un sueño, un engaño. Pensaba que era pensable, pero que no era posible. Descartes sabía que Dios existe (incluso lo demuestra) y por lo tanto no puede ser que quedemos abandonados en las manos de un genio maligno. Descartes pone a Dios como garantía de que nuestra razón es veraz, aunque cometa errores. Dios podría engañarnos, pero querer engañarnos sería contrario a la bondad e infinitud divina.

V.P.M., 29 abril 2020