2ª Edición Americana de la Universidad de Verano Ciencia y Vida

Cartagena de Indias del 18 al 23 de Julio de 1999.

¡Epopéyico! ¡Espectacular! ¡Asombroso! Lo conseguimos. A pesar de los pesares: a pesar de la guerra y de la guerrilla, de la desconfianza y de los peligros para propios y extraños, de la incertidumbre por el futuro de un país injustamente expuesto a mil tribulaciones,… A pesar de todo, la segunda edición se ha llevado a feliz termino.

Nos reunimos intelectuales de cuatro países: Colombia, Chile, España y Mexico; trabajamos con ahínco durante seis días; discutimos y aprobamos la Declaración de Cartagena; y disfrutamos de una ciudad y de unas gentes maravillosas (guapachosas) con unos anfitriones de postín.

Una resumida y sucinta visión de las intervenciones tendría que resaltar que a José Pérez Adán le toco inaugurar las sesiones en el Salón Arcos del Hotel Caribe. Ese día se glosó la Declaración de Guadalajara del 98 y su difusión por los cinco continentes y Rosario Athie nos habló de la necesidad de implementar la gratuidad y la gratitud en todo el sistema educativo. El martes 20 intervinieron Pedro J. Teruel, que habló de energías alternativas con un profuso examen de la experiencia navarra en energía eólica que tuvo mucho impacto, y Jorge Grazia que hizo una excelente presentación sobre los sistemas de medición de la riqueza en las naciones y su mejoramiento. El miércoles 21, Francisco León expuso con profusión de datos un muy al día estado de la cuestión de las discusiones actuales en ética de la ciencia y de la investigación biomédica; Omayra Burbano nos obsequio a todos con un audiovisual de su producción sobre el contraste pobreza-riqueza en la realidad colombiana. El jueves 22 fue Jesús Ballesteros quien glosó las diferencias entre el enfoque anglo-norteamericano y el latino-personalista en el entendimiento del medio ambiente, al tiempo que razonó la necesidad de jerarquizar los derechos para igualar a las personas. Ese día tuvimos la presentación de dos libros, «La Salud Social», y «Desarrollo Socioeconómico y Demografía en America Latina». El viernes 23 Jorge Martínez nos dio las razones científicas para dudar de la ciencia y sólo afirmar con ella lo que la ciencia razonadamente dice.

Tuvimos varias reuniones de trabajo llenas de iniciativas y participación. A los foráneos no nos faltaron anfitriones y debemos estar especialmente agradecidos a Julio Burbano y Laura Bonilla por todos sus desvelos, pues aunque una perla tan brillante como Cartagena cautiva a todo visitante, no todo es apreciable a ojos inexpertos. A Jorge Juan Martínez le debemos todos que esta segunda edición de nuestra universidad de verano se llevase a cabo a pesar de los pesares. Los lideres de la guerrilla, Tirofijo y Monocojón, no pudieron con él y por eso todos le debemos la continuidad. Esperamos ahora poder agasajar a nuestros heroicos cartageneros en justa reciprocidad en Mexico D. F. del 22 al 26 de Agosto del 2000 en la tercera edición de la Universidad de Verano Ciencia y Vida.

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