La Universidad Libre Internacional de las Américas comenzó a gestarse en las reuniones anuales de académicos y profesores universitarios en torno a la Universidad de Verano Ciencia y Vida. Se trataba de reuniones de profesores y alumnos para el estudio y el intercambio gratuito de conocimientos sobre temas relacionados con la dignidad y defensa del ser humano, auspiciadas por la Fundación Interamericana Ciencia y Vida.

El primero de estos eventos se llevó a cabo en 1993 en Segovia, España. A partir de 1998 se trasladó la experiencia a América Latina organizándose el primer congreso americano de Ciencia y Vida en Guadalajara (México).

El objetivo principal de las actividades académicas que promueve ULIA es ofrecer una capacitación de alto nivel académico que haga posible a sus egresados aportar a la sociedad sólidas bases para la promoción de la dignidad y el desarrollo, que implican la solidaridad y el respeto a toda vida humana.

El contexto de libre servicio mutuo y de máxima gratuidad entre profesores, tutores y alumnos que se vive en ULIA pretende crear un ambiente para una formación de postgrado que sea excelente, que aspire a elevar la calidad intelectual y los deseos de servir a los demás, así como la sensibilidad para comprender el valor que portan cada uno de nuestros conciudadanos.

ULIA da la oportunidad a aquellas personas que por diversas razones no pueden desplazarse a los centros del saber en sus países respectivos o en el extranjero, de acceder a una formación de postgrado pionera en su género.

ULIA es una universidad gratuita, ofrece cursos a distancia a través de internet a alumnos de cualquier país de habla española, y todo el claustro de profesores trabaja ad honorem, de modo desinteresado, ofreciendo su tiempo libre y su experiencia como su personal contribución al desarrollo de los pueblos. Los promotores de esta nueva iniciativa académica afirman que ULIA es la primera universidad no estatal genuinamente gratuita y libre del mundo.

ULIA cuenta con un claustro de más de 50 profesores doctores de reconocido prestigio con cátedra en 20 universidades distintas de 15 países, que la red reúne y pone a disposición del alumnado. El nexo común a todos los profesores de ULIA es el compromiso en la promoción de la dignidad de la vida humana en cualquier estado de su desarrollo y en cualquier lugar.

Los cuatro principios directrices de la Universidad Libre Internacional de las Américas son:

  • GRATUIDAD
  • EXCELENCIA ACADEMICA
  • SEGURIDAD, y
  • EXPERIENCIA.

Estos cuatro pilares responden a las tareas burocráticas que ocupan actualmente a las universidades: cobro de colegiaturas, expedición de títulos, pago de los profesores y elaboración de programas académicos. En ULIA, sin embargo, el espíritu prima sobre las formas y la burocracia y los formalismos son reducidos al mínimo. Los profesores enseñan lo que saben, y el gusto de transmitirlo les es suficiente. Los alumnos no pagan una cuota propiamente, sino que colaboran al sostenimiento de los gastos de gestión que requiere la mínima estructura que posibilita el trabajo en red. Los alumnos estudian por el gusto de aprender, no para la obtención de un título.

1. GRATUIDAD

Recibir con agradecimiento para transmitir con generosidad.
En ULIA pensamos que el saber no tiene precio. El fundamento de la filosofía de ULIA está en el acoplamiento del deber de enseñar lo que uno sabe con el derecho a la sabiduría por parte de los jóvenes con hambre de conocimientos
Exige el diseño de un sistema de educación universitaria sin tasas ni matrículas.
Una universidad es genuinamente un lugar de enriquecimiento mutuo en la dispensación receptiva de gracias y mercedes. La universidad está al servicio de toda la sociedad y debe de asegurar la libertad de enseñanza y el derecho al conocimiento.

En ULIA la política de aceptación de estudiantes se rige por el grado de interés por aprender que muestran los alumnos y el de transmitir lo aprendido los profesores.

2. EXCELENCIA

Se supone que a la universidad el sabio va a enseñar lo que sabe; es decir: va a manifestarse. La materia que el sabio enseña a fin de cuentas es su trayectoria, con nombre y apellidos. La estructura universitaria es por ello, básicamente, un vehículo que posibilita la relación entre sabios y discípulos y esa es la razón que movió inicialmente a los profesores que fundaron la Fundación Interamericana Ciencia y Vida: crear un ámbito de comunicación y de intercambio que enriqueciese a los que se acercan a él.
El contenido de las distintos temas impartidos depende de lo que el profesor ha investigado y profundizado. Por eso en ULIA no existe un plan preestablecido y determinante de los programas a impartir en los próximos años. Lo que se ha organizado son solamente los mínimos para la transmisión de unos conocimientos que responden a las necesidades sentidas por los profesores, que regalan sus soluciones para alumbrar los retos sociales del tiempo en el que viven. Esta es la razón por la que la oferta de ULIA se ciñe a programas de corta duración como maestrías y diplomas de especialidad.

3. SEGURIDAD

Todos los profesores y tutores de ULIA son personas de prestigio, sabios propiamente hablando, que tienen cubiertas sus necesidades materiales fruto de su trabajo en el sistema de economía de mercado en el que ULIA no participa.

Las actividades de ULIA, tales como los claustros anuales que se vienen celebrando desde el inicio, se organizan al modo en el que se convocan los congresos académicos como actividades autosuficientes en el que cada uno, profesores y alumnos, se paga lo suyo.

No, al menos no creemos que debe de ser competencia. Ahora bien, la existencia y viabilidad de ULIA pone en cuestión el desordenado afán de lucro de no pocas universidades que ofertan programas, maestrías y diplomas de especialización, mucho menos excelentes que los de ULIA, pero a precios desorbitados.

En ULIA entendemos que la enseñanza no debe de ser nunca una actividad mercantil y que la universidad no debe convertirse en una empresa.

4. EXPERIENCIA

El sabio se descubre a sí mismo en el reconocimiento social, pero difícilmente se programa. No sabemos qué nos deparará el futuro. En cualquier caso vemos cómo nuestro espíritu se transmite cada vez a más profesores y pensamos que las experiencias compartidas nos ayudarán a todos a perseverar en la gratuidad. Desde el punto de vista de la investigación, que es una forma de descubrir el futuro, ULIA proporciona a sus profesores la libertad necesaria para aportar algo nuevo. Y como es tanto lo que nos queda por saber y tan marcado el contraste con otras universidades, siempre estaremos en novedad y en este sentido no nos burocratizaremos como otras instituciones educativas.

Los más antiguos de nuestros profesores, los doctores españoles Jesús Poveda y José Pérez Adán, siguen hoy en día con la misma ilusión y contagiando a otros muchos colegas de todos los países de América Latina la misma idea de gratuidad en la excelencia académica que impregnó los inicios de ULIA. A día de hoy con más de diez años de experiencia y con amigos, egresados y maestros en casi todos los países de América, la aspiración de los que trabajamos en ULIA es que poco a poco el resto de universidades se parezcan cada vez más a la nuestra.